jueves. 28.03.2024

160. Personalidad y salud

De la misma manera que la célula vegetal integra la luz a través de la función clorofílica, átomos y moléculas integran la luz de la personalidad en la salud. Cada pensamiento, cada emoción, se reflejan más tarde o más temprano en nuestro universo celular

Salud y personalidad
Salud y personalidad

Podemos considerar la salud como esa red que conforma la vida, y que está correctamente tejida, en todas sus formas y niveles. Al interior hilos de moléculas, membranas, tejidos, diseños de pensamientos y sueños; al exterior el amor y la confianza sanan la trama emocional destruida por vibraciones de odio y temor permitiendo que cada ser sea lo que realmente es: una proyección, una continuación de todo y todos los seres que le rodean.

La pérdida de un ser querido, al alterar la red de relaciones, provoca a su vez alteraciones en la red interior, que en un elevado número de casos esa alteración se refleja como una fuga de energía y compromete el reconocimiento para con uno mismo, pudiendo abonar el terreno para enfermedades crónicas de tipo degenerativo, como las autoinmunes y el cáncer, en las que la capacidad del organismo para reconocerse se ha perdido.

La función de la red energética vital incluye la conservación de las vías de relación entre las diferentes partes del organismo y facilita que los distintos niveles o campos de consciencia – el físico, el emocional y el mental- operen sin conflicto entre ellos

Una de las características de esa red es la sincronicidad, la cual se refiere a la coordinación de las funciones del organismo en el tiempo. Por ejemplo cuando tenemos miedo todo el organismo se coloca en reacción de fuga. Al estar alegres la fisiología lo refleja con un funcionamiento apacible y armónico. Como una maquinaria que trabaja sin fricción.

Otra de las funciones de la red es la sincronicidad de los diferentes cuerpos de tal forma que un cambio ya sea físico, emocional o mental induce respuestas en todos los otros niveles.

Es tan evidente el efecto de los patrones de comportamiento sobre la salud, como el caso de un niño con personalidad múltiple, en la que una de ellas le hacía ser alérgico al zumo de naranja. Alergia que desaparecía cuando esa personalidad no se manifestaba.

Procesos como la regulación de la presión sanguínea, los ciclos menstruales, diversas afecciones de la piel, pueden modificarse notoriamente cuando personas con personalidad múltiple cambian de personalidad.

¿Cómo puede explicarse esto? Probablemente, porque una molécula dentro del organismo, no es solo una a cadena átomos con propiedades físico-químicas especificas. Es, tal vez, una estructura de otras vibraciones contenidas en esa inteligencia integradora que llamamos personalidad. 

De la misma manera que la célula vegetal integra la luz a través de la función clorofílica, átomos y moléculas integran la luz de la personalidad en la salud. Cada pensamiento, cada emoción, se reflejan más tarde o más temprano en nuestro universo celular.

Una molécula no es una unidad aislada de conciencia, es una chispa de la misma llama de  la vida, que del fuego de la personalidad sea desprendido. Una alergia, una diabetes, una hipertensión o cualquier otra enfermedad, pueden ser el reflejo físico de un patrón de motivos y creencias condicionadas por la personalidad.

Descubrir estos condicionamientos es  el primer paso para recuperar  la salud. 

Hasta otro día  amigos.

Agustín 

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