Cuando se aproxima el primer aniversario del gran incendio del pasado verano que arrasó cerca de 7.000 hectáreas en el valle de la Rivera acebana, el pueblo de Acebo se prepara para homenajear a sus vecinos de Moraleja.
Moraleja fue durante tres días el hogar improvisado de la práctica totalidad de vecinos de Acebo. La proximidad de las llamas y la intensidad del humo hizo aconsejable su evacuación inmediata.
Desde el 7 de agosto hasta el día 9, Moraleja fue su improvisado hogar y los moralejanos sus familiares en primer grado. Devolver tanta generosidad y transformar en sonrisas las lágrimas son los motivos subyacentes tras la cena homenaje que se celebrará el día 2 de julio en las instalaciones del colegio público acebano, Celedonio García. De momento, medio millar de personas han confirmado su asistencia.
Encarnación Urbano Lázaro cuenta para este digital cómo surgió la idea de este homenaje y cómo se preparan ya los últimos detalles para que todo salga perfecto, para que los moralejanos guarden un recuerdo especial de sus amigos acebanos.
“Antes de abandonar las instalaciones donde estuvimos alojados durante el incendio ya surgió la idea”, comenta Encarnación. “Al despedirnos, le dijimos al alcalde moralejano, César Herrero, que teníamos que vernos en otras circunstancias para agradecerles todo lo que habían hecho por nosotros de forma tan desinteresada durante aquellos días”.
Y, gente de palabra, en cuanto llegó el invierno, los acebanos comenzaron los preparativos. Los vecinos se organizaron en grupos de trabajo bajo la batuta del Grupo Coordinador. Este grupo está formado por los miembros de la coral local Acua (Asociación Cultural Acebana), fundada hace quince años y que ahora entona sus conciertos bajo la dirección de Hugo Rodríguez.
Desde ese mismo momento, cerca de 115 vecinos han estado trabajando, y continúan haciéndolo, en las áreas que les fueron asignadas. Existe un grupo de cocineros, grupo de reposteros, de decoradores, de camareros, de señalización, de tráfico ... hasta un grupo de fotógrafos “para inmortalizar el reencuentro”, señala Encarnación. Esta acebana de nacimiento y corazón no puede recordar las horas que llevan trabajando para que todo salga perfecto pero sí puede poner un ejemplo: “Este lunes bajamos al colegio para decorar las instalaciones. Llegamos a las cuatro de la tarde y regresábamos a casa pasadas las diez y media de la noche”. Y esto es solo un detalle de todo lo que hay detrás de esta cita homenaje.
En la cancha del Celedonio García se dispondrán 10 mesas para cincuenta personas cada una de ellas. Dos camareras y una coordinadora se encargarán de que sobre el mantel no falte de nada. ¿Y el menú?
“El menú también tiene su historia”, comenta Encarnación. Cuando comenzaron los preparativos iniciales ninguna combinación de primero y segundo les convencía, nada les parecía suficiente para homenajear como es debido a los moralejanos. En aquellos meses de invierno, hablar del homenaje, hablar de Moraleja, era recordar de nuevo el incendio y revivir con dolor cómo las llamas “habían quemado todo el trabajo que habían hecho nuestros abuelos y padres”. Y precisamente, la evocación constante de sus mayores hizo que el menú se configurara solo porque los acebanos quieren tratar a sus vecinos de Moraleja “como si fueran nuestra propia familia”.
Desde hace más de 30 años, acebanos residentes y emigrantes celebran una comida de hermandad en el paraje del Calvario. Cerca de un millar de vecinos y vecinas se reúnen para pasar una noche de convivencia y rememorar los lazos de la infancia, “de todo hacemos fiesta”, comenta Encarnación. La cena de estas celebraciones es la misma que tomaban los mayores del lugar al regreso de sus tareas del campo, donde apenas comían seco: Una legumbre de primero y una carne estofada de segundo plato. Este sábado también habrá sangría, refrescos, café, infusiones y un heladito de postre. No faltarán, naturalmente, cuatro tipos distintos de dulces caseros: cañas, floretas, roscas y cagajonitos, conocidos como pestiños en otros lugares.
La organización, que no ha dejado nada al azar, ha editado una serie de pulseras “similares a las pulseras identificativas que se utilizan en los hospitales”, para los participantes. La pulsera incluye los nombres de Acebo y Moraleja y el escudo de ambas localidades.
La noche estará llena de sorpresas que este diario no piensa revelar. Habrá música a cargo del Hombre Orquesta, actuaciones varias y regalos para el pueblo de Moraleja. César Herrero, como alcalde de todos los acebanos, regresará a su localidad con una placa y un óleo que refleja la belleza acebana.
La cena se ha financiado con la cuestación voluntaria de los vecinos. 200 familias acebanas han aportado su granito de arena para hacer del 2 de julio, un día grande, una fecha inolvidable.
La organización de este homenaje “nos ha unido muchísimo a todos los vecinos, hemos trabajado con una ilusión tremenda”, declara Encarnación. “Cuando este sábado esté todo lleno todo habrá merecido la pena todo el trabajo que hemos realizado, va a ser una bendición”, declara satisfecha.
La Cita
Cena: Homenaje en Acebo al pueblo de Moraleja
Lugar: Instalaciones del colegio Celedonio García
Hora: 20,00 horas
Día: sábado 2 de julio de 2016
Transporte gratuito desde Moraleja. (Es necesaria inscripción)
Este diario lo hacemos todos. Contribuye a su mantenimiento
ING Direct - Sierra de Gata Digital
Nº CC ES 80 1465 010099 1900183481