sábado. 20.04.2024

Quédese, señor presidente, mis 23 euros

Estimado Presidente:

El pasado 11 de junio anunció, en su discurso del estado de la región, una rebaja del tramo autonómico en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, lo que supondría devolver casi 10 millones de euros a todos aquellos extremeños que no superaran los 24.000 euros de sueldo anual, es decir, el 90% de la población. El diario El País realizó la fácil operación de dividir el importe de la devolución anunciada --10 millones de euros-- por el número de extremeños que cobramos menos de 24.000 euros --430.000 trabajadores--. Cada uno de nosotros recibiremos una media de 23 euros al año, algo menos de dos euros al mes, para engordar el bolsillo y fomentar el consumo. 

Mientras tanto, como si de una realidad paralela se tratara, los Puntos de Atención Continuada (PAC), sanitarios de Villanueva de la Sierra y de Cilleros ya no son PAC, han perdido en el camino de los ajustes el calificativo de “Continuada”. Los PAC tienen, desde el 1 de junio,  tras haber permanecido cerrados un año, horario de oficina. Por las noches, los ancianos que antes eran atendidos de urgencia en Cilleros (sierra oeste) y Villanueva de la Sierra (sierra este), ahora deben viajar hasta Moraleja o Montehermoso.  Quédese mis 23 euros.

La Oficina Comarcal Agraria de Hoyos, que atendía la zona occidental de la Sierra,  ha cerrado y, desde Moraleja, vienen los técnicos y auxiliares dos días a la semana en horario reducido, llueva o haga calor, es decir, sea temporada de subvenciones o de permisos agrícolas/forestales o no sea temporada. Los agricultores, en su gran mayoría personas mayores con problemas de espalda, enfermedad derivada del ejercicio de su profesión, deben ir ahora a los llanos a solucionar los problemas de montaña. Quédese mis 23 euros.

La Oficina comarcal Veterinaria también ha cerrado y se ha ido a los llanos a atender a los ganaderos de montaña. En la carretera hacia Valverde, los veterinarios y auxiliares se cruzan, en días alternos, con sus compañeros de ‘la OCA”. Quédese mis 23 euros.

En la Sierra de Gata más de un 60% de la población supera los 65 años de edad y toda su vida ha trabajado en el campo, con mayor o menor fortuna. La población adulta presenta un índice de paro considerable que amortigua “la paguina”, “los aepsas” y los talleres y escuelas de Empleo y Oficios. Desde el curso que ahora termina, todos sus hijos, si quieren estudiar Bachillerato, si quieren ampliar más allá de lo estrictamente obligatorio su educación, deben pagarse el transporte público. El rifirrafe que esta medida tomada por su gobierno provocó en familias y, por otros motivos, en las empresas de transporte, puede consultarse en las hemerotecas. Lo cierto es que los estudiantes, sus familias, han debido aportar una media de cien euros mensuales para pagar los billetes de sus hijos que viajan buscando un mejor futuro. Ya han sido anunciados, además, nuevos recortes en los claustros de profesores de primaria en los colegios serranos. Quédese mis 23 euros. 

El Hospital de Coria padece inanición de profesionales. En las oficinas, en las especialidades, en las consultas, no se cubren las bajas, se amortizan las plazas, todo se decide en Cáceres. Quédese mis 23 euros. 

Quédese, señor presidente, mis 23 euros y devuelva a la Sierra los servicios comarcales que su gobierno ha cerrado. A las familias, la tranquilidad de la atención médica de urgencia a 12 minutos de carretera, a los ganaderos y agricultores, sus servicios y oficinas a menos de 20 minutos de camino;  a los enfermos, los equipos desaparecidos del Hospital Ciudad de Coria. 

Quédese, señor presidente, mis 23 euros