martes. 23.04.2024

El Día del Libro entró por la puerta un gusano lector con ánimo de convertir la biblioteca de Gata en su nuevo hogar. El nuevo inquilino se alimenta de historias y hasta ahora ya ha podido crecer 22 aros gracias a los lectores que desde esa fecha le alimentan.

El primer día, los alumnos del colegio fueron los encargados de darle alimentos dirigidos siempre por Antonia Hernández, bibliotecaria municipal desde hace 25 años.

Por la mañana fueron los 20 alumnos de infantil los que pasaron por la biblioteca a dar de comer al gusano lector y a realizar juegos relacionados con la lectura. Por la tarde, fue el turno de los mayores de primaria. Una docena de niños fueron por iniciativa propia a jugar a la biblioteca donde Antonia les tenía preparada la elaboración de un acordeón de historias. En este juego se mezcla la imaginación narrativa de los participantes entrelazando historias en ocho pasos, desde la propuesta inicial hasta el desenlace del cuento.

Antonia Hernández y los mayores ya han fijado cita para los jueves de la semana. Hoy, junto al gusano lector, en la biblioteca les estará esperando la bruja quita vocales con la que a buen seguro pasarán un rato de ocio y aprendizaje.

Si este año, las actividades se centran en los más jóvenes, el pasado año, Antonia Hernández centró sus actividades en el grupo de mayores gateños. Una docena de adultos de más de 70 años fue creando un libro con la narración de sus recuerdos. Así nació la obra ‘Antiguamente’ donde se recoge la forma de vida de la villa de Gata hace 70 años, desde el nacimiento hasta los usos y costumbres en la defunción, pasando por todos los estadíos de la vida en la sierra de aquel entonces. Ahora dos antropológos de la Universidad de Extremadura se han llevado el libro y las fotografías facilitadas en la biblioteca para llevar a cabo un estudio.

Y hablando de imágenes, el pasado verano, Antonia y su hija Isabel escanearon el legado fotográfico que regaló al ayuntamiento el gateño afincado en Sevilla José Luis Vivas. Este legado contiene una colección de fotografías que guardan imágenes del transcurrir del siglo XX. El legado se compone de dos colecciones, la de José Luis Vivas y la de su padre, José Vivas Ustriz, abogado nacido en 1901. Ahora este tesoro fotográfico está a disposición de quién lo solicite gracias a la labor de archivo informático realizada por madre e hija en la biblioteca.

El gusano lector se instala en la biblioteca de Gata