jueves. 25.04.2024

El Centro de Investigación La Orden-Valdesequera ha llevado a cabo, en el marco del Plan de Formación de la Escuela de Administración Pública para 2012, un curso para conocer y evaluar las características de los distintos tipos de suelos y su implicación agronómica.

Esta acción, coordinada por el investigador del Departamento de Cultivos Extensivos del Centro, Fernando Llera Cid, ha contando con la experiencia de los profesores de la Universidad de Extremadura Ángel Albarrán Liso y Antonio López Piñeiro, que han dado a conocer las propiedades de los suelos mediante el estudio de los perfiles de los mismos y su clasificación, describiendo también los procesos de degradación y los principios de recuperación del suelo.

Por otro lado, Llera ha explicado las posibilidades que los análisis de suelo presentan para los agricultores y cómo deben interpretarse. Estos análisis constituyen un método objetivo y fiable que sirve de apoyo al agricultor para realizar una gestión racional de los cultivos de su explotación, además de facilitar información objetiva sobre las propiedades del suelo. En la actualidad, su uso no está generalizado en nuestro país, lo que supone un lastre tecnológico que penaliza las producciones agrícolas.

El contenido de este curso ha puesto de manifiesto que una de las causas principales de la degradación del suelo, además de la pérdida de materia orgánica, es el uso incorrecto que el hombre hace de él. Tal y como señalan sus profesores, esto “provoca, en primer lugar, una disminución de la capacidad productiva pero además afecta al clima global por las alteraciones en el agua y balances energéticos de los ciclos del carbono, nitrógeno, azufre y otros elementos”.

“Las consecuencias finales son el aumento de la tasa de deforestación, cultivo intensivo en zonas frágiles, tasas aceleradas de erosión y escorrentía, contaminación de aguas y emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera”, añaden.

Se calcula que la superficie total de suelos perdidos a lo largo de la historia es mayor que toda la superficie que se mantiene en cultivo hoy en día. Actualmente, de 5 a7 millones de hectáreas de tierras cultivadas se pierden cada año por la degradación de los suelos, y se estima que a finales de siglo se pierdan 10 millones anualmente, lo que equivale al 0,7% del área que se cultiva en la actualidad.

Estos datos hacen necesaria la adopción de medidas de conservación y reequilibradoras del medio, ya que el cuidado del suelo es esencial para la supervivencia de la especie humana.

El Centro de Investigación La Orden-Valdesequera imparte un curso sobre evaluación...