“Por todos nuestros vecinos es sabido que en este ayuntamiento no tenemos”, declara a este digital Alba Baile, teniente alcalde de Villamiel. Cuando el actual equipo municipal llegó al ayuntamiento se encontró en la cuenta corriente “4,20 euros” detalla Baile y una deuda heredada de 708.598,69 euros, tal como certificó el secretario Ángel Martín González. “La bola no para de crecer --señala Alba Baile-- y van apareciendo nuevas partidas hasta sumar los dos millones de euros” en números rojos.
Entre este par de millones de deudas se encuentran 46.262,19 euros de la factura de la luz. Iberdrola ha remitido al ayuntamiento un fax en el que informa: “como ya se les comunicó, a partir de mañana 09 de marzo (por hoy), están previstos cortes de suministro por impago de las facturas de suministro eléctrico”.
Para evitar este corte, Iberdrola exige el depósito de 32.000 euros “que no tenemos, ayer mismo (por el lunes) pagué 10.000 euros, pero no podemos pagar más”, declara Baile. En fechas recientes, representantes de Iberdrola mantuvieron una reunión con los representantes municipales en la localidad en la que el José María Pérez, alcalde de la localidad, y su equipo ofrecieron a la empresa distintas soluciones. “La empresa no se aviene a razones y no podemos pagar más”. Si se cumple lo anunciado, Villamiel dejará de tener luz en “el ayuntamiento, las calles, el centro de salud y creo que incluso el colegio”. “Qué ocurre si algún vecino necesita un electro?”, declara la teniente alcalde “¿Iberdrola no ha pensado en esto?”, añade muy enfadada.
Entre otras calamidades financieras, José María Pérez y su equipo descubrieron que, desde marzo de 2015, Juan Isaac Enrique y su equipo no habían pagado las nóminas y ni la seguridad social de los trabajadores del decreto AEPSA --antiguo PER--.·El ayuntamiento “ha tardado ocho meses en abonar las nóminas anteriores y pagar puntualmente las del último decreto, pero la gente no se da cuenta de que de marzo hasta noviembre los trabajadores no han estado cubiertos, no han estado asegurados desde hace años”, denuncia. En esos meses “ha estado planeando por Villamiel la divina providencia”, declara expresiva la responsable municipal.
Y es que en Villamiel en estos años de atrás parece que no se pagaban ni sus famosas vaquillas. “Solo a los proveedores debemos 1,5 millones de euros y el ayuntamiento tiene crédito por 472.000 en tres banco más una operación de tesorería de 91.400 euros con Caja Extremadura que vence este año”, detalla Baile quien denuncia “Este crédito fue ingresado en la cuenta del ayuntamiento el día 18 de mayo, a una semana de las elecciones municipales”. “Nosotros --añade-- entramos el día 13 de junio y este dinero ya no estaba en la cuenta”. “¿Si las nóminas de AEPSA ni los seguros sociaes se pagaron, ¿dónde ha ido todo el crédito?”, se pregunta.
Esta abultada herencia no para de aumentar. Así, en estos meses se han enfrentado a la obligación de devolver catorce subvenciones nacionales y regionales cuya ejecución no había sido debidamente justificada. Entre otras, el ayuntamiento de Villamiel quizá tenga que devolver las ayudas del famoso Plan E, de Zapatero. “Solo hemos sido capaces de encontrar la documentación de tres obras”, denuncia Baile.
En esta quiebra financiera, el organismo de recaudación de la Diputación retiene el abono de los impuestos municipales al ayuntamiento, --los IBI rústico y urbano y el impuesto de circulación, entre otros-- para pagar las deudas de Villamiel con otros organismos. Solo los impuestos por basuras y agua quedan en las arcas municipales y con ellos “nos tenemos que apañar”, concluye Alba Baile.
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