No hay nada fijo. Según declara a este digital, José Manzanero, secretario nacional de banca del sindicato CSIF, sobre el cierre de las oficinas rurales de Liberbank, “los representantes de la entidad declararon este lunes en la mesa de negociación aún no está decidido el cierre de estas oficinas”. En este sentido también se expresa Francisco Alejo, secretario general de CCOO en Extremadura en declaraciones a este digital. "Las negociaciones se están llevando a nivel nacional --declara Alejo-- y a día de hoy aún no sabemos ni cuántos trabajadores se van a ver afectados ni el número de oficinas que van a ser cerradas o qué número de sucursales van a ser transformado en cajeros automáticos". Sin embargo, según publica el diario Hoy, Liberbank va a cerrar 55 oficinas en Extremadura; de ellas 39 están en la provincia de Cáceres y seis en la Sierra de Gata: Acebo, Cadalso, Cilleros, San Martín de Trevejo, Villamiel y Villanueva de la Sierra.
A diferencia de Alejo o Manzanero, Carlos María García Casillas, alcalde de San Martín de Trevejo, sí ha tenido confirmación del cierre de la sucursal de Liberbank en la localidad mañega. Según ha podido saber el alcalde, el cierre de esta sucursal está asegurado en su localidad y en las otras cinco poblaciones serranas. "Si a San Martín le cierran esta sucursal, nos hace polvo a todos los vecinos", declara enfadado su alcalde. "¿Qué va a pasar con nuestros vecinos de mayor edad que no saben de nuevas tecnologías y cada mes se acercan al banco a cobrar su mísera pensión?". "¿Van a tener que coger ahora un taxi y desplazarse hasta Valverde del Fresno para sacar su dinero?", se pregunta indignado. "Es increible --añade García Casillas-- cuando un pueblo tiene dos sucursales sus vecinos siempre tienen la opción de retirar sus cuentas de Liberank y llevarlas a la otra entidad, pero cuando solo existe un banco ¿qué hacemos?". El alcalde mañego se pregunta no falto de razón "¿qué pasa, que tras la fusión de las Cajas de Ahorro estas perdieron todo su contenido social?".
El número de oficinas que Liberbank va a clausurar está en función del número de trabajadores que se acojan al plan de bajas voluntarias incentivadas: a mayor número de trabajadores, más oficinas clausuradas. Bien es verdad que el banco está en un “proceso de modernización de sus entidades”, según apunta Manzanero a este digital, pero también lo es que esta modernización “no afectaría a las oficinas rurales”, añade el secretario general de Banca de CSIF.
¿Qué supone el cierre de estas siete oficinas en Sierra de Gata? Liberbank es el banco constituido en 2011 mediante un SIP (Sistema Institucional de Protección o fusión fría) por Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria, al que aportaron los activos y pasivos del negocio bancario (es decir, excluidos los afectos a la obra social de cada caja de ahorros). Por lo que respecta a Caja Extremadura, ésta es la entidad de referencia para la población serrana, sobre todo en el rango de mayor edad.
El cierre de las oficinas generaría una desatención total a este grupo de vecinos, jubilados, viudas, personas con dificultad para realizar desplazamientos en automóviles que, de confirmarse la noticia, tendrán que recurrir a algún familiar para hacer sus gestiones bancarias.
Para la economía serrana supone un mazazo en todos los frentes ya que son muchos los agricultores y ganaderos con sus cuentas en este entidad bancaria. Por otro lado, el grueso de turistas que visitan la Sierra de Gata proceden de la propia comunidad autónoma y ahora se verán imposibilitados a sacar dinero del cajero porque no habrá sucursales.
Esta política bancaria antisocial es un palo más en las ruedas que intentan avanzar para fijar y mantener la población en las zonas rurales y es que, como dijo aquel, no todo residen en la rentabilidad económica; también existe la rentabilidad social contra la que actúa este tipo de políticas bancarias.
Para José Miguel López, Presidente de la Asociación Somos Sierra de Gata, este tipo de noticias “no pueden pasar desapercibidas ni para los ciudadanos, ni para los responsables de la comarca”. “La eliminación de un servicio básico a más de 5.000 vecinos --añade-- es un auténtico varapalo y una peligrosa amenaza para las políticas de asentamiento de población; supondría una gran pérdida en la calidad de vida, especialmente de aquellos de más edad o los que están más alejados de las nuevas tecnologías”. Estas son, además, “las consecuencias de convertir en bancos las Cajas de Ahorro -añade- una especie de traición a clientes que aportaban sus ahorros a entidades cuyo principal objetivo era el interés social por encima de cualquier cuenta de resultados”.
“Para un banco --continúa el presidente de la asociación serrana-- retirar un servicio profundamente arraigado en la vida cotidiana y en su forma de entender la seguridad económica es una mera cuestión de rentabilidad”. “Eso -continúa José Miguel López- sin pensar en el enorme daño que hace al potencial turístico de la comarca prescindir de una elemento esencial para el desarrollo turístico como son los cajeros automáticos”. Ante este tipo de situaciones “la Sierra debería actuar como una comarca, toda unida, y plantear la fuerza que 23.000 habitantes pueden tener cuando no están de acuerdo con una decisión”, concluye.
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