viernes. 19.04.2024

Espino Albar (Crataegus monogyna. Jacquin) en la botica serrana

Las flores del majuelo son consideradas como un excelente tónico del corazón y del aparato circulatorio en general, son sedantes y antiespasmódicas, contribuyen a aminorar la presión sanguinea y a levantarla y ponerla a tono en caso de estar muy baja, por tanto, es menos peligroso que otras hierbas que pueden usarse para el mismo fin, puesto que regula la presión sanguínea, sin riesgo de subirla o bajarla demasiado, ni peligro de acumulación ni de toxicidad
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Espino blanco, majuelo, espinablo, espinera blanca, espinheiro alvar, escalheiro, o pirliteiro, son algunos de los muchos nombres que recibe este arbusto de hasta 8 metros de altura, que pierde la hoja para pasar el invierno y se ramifica intrincadamente.

Crece sobre todo tipo de terrenos, llegando hasta los 1.800 metros de altitud, extendiéndose por toda la Península desde tiempos inmemoriables, encontrándose huesecillos de sus frutos en asentamientos humanos prehistóricos, de lo que se deduce que formaron parte importante de su alimentación.

Además de silvestre, se utiliza para formar espesos setos provistos de espinas, puesto que aguanta muy bien la poda.

Su tronco pardo-grisaceo o ceniciento, se encuentra resquebrajado en los ejemplares de más edad y armado con espinas cortas y fuertes.

De hojas simples y alternas, de forma espatulada o aovada, hendidas profundamente en 3, 5 ó 7 lóbulos desiguales y estrechadas en forma de cuña en la base.

Sus flores forman ramilletes de color blanco o blanco rosadas, disponen de 5 pétalos redondeados, abiertos en estrella, numerosos estambres de anteras rosadas y un solo estilo alargado naciendo del fondo. Aparecen entre abril y junio, transformandose en fruto a finales de verano.

Los frutos, llamados majuelas, son globosos u ovoides, de color rojo escarlata, del tamaño de un garbanzo, tienen un huesecillo y una carne harinosa de sabor dulzaino.

Virtudes

Sus flores contienen quercitrina y pequeñas cantidades de una esencia, y recien recolectadas, trimetilamina, además de lactonas y flavonas, que se hallan también en sus hojas y frutos, a las que cabe atribuir su acción cardiaca.

Las flores del majuelo son consideradas como un excelente tónico del corazón y del aparato circulatorio en general, son sedantes y antiespasmódicas, contribuyen a aminorar la presión sanguinea y a levantarla y ponerla a tono en caso de estar muy baja, por tanto, es menos peligroso que otras hierbas que pueden usarse para el mismo fin, puesto que regula la presión sanguínea, sin riesgo de subirla o bajarla demasiado, ni peligro de acumulación ni de toxicidad.

Sus propiedades sedantes se han comprobado en casos de insomnio, considerando esta planta como un específico contra los desequilibrios neurovegetativos, formando parte de numerosas recetas para elaborar infusiones contra los problemas del sueño.

Algunos médicos la consideran especialmente recomendable contra la arteriosclerosis y la angina de pecho, puesto que se ha demostrado que dilatan las coronarias.

La mejor forma de utilizar las flores del espino albar consiste en la preparación de una tisana, para ello debemos recolectarlas al amanecer y desecarlas colgadas en lugar aireado, sombrío y seco. Cuando estén ya secas podemos almacenarlas en tarros de cristal para todo el invierno.

En tisana podemos prepararlas frescas o ya desecadas, colocando en una taza un puñadito de flores, unos 20 gramos, y se llena la taza con agua hirviendo. Cuando se enfría, se apartan las flores y se bebe a sorbitos. Una taza durante la comida y otra en la cena.

Este remedio puede prolongarse el tiempo que sea preciso, puesto que carece de peligro alguno.

Sus frutos son ricos en vitamina C y por tanto aptos para combatir el escorbuto, proporcionando un alimento fundamental para las aves de su entorno, especialmente en invierno, cuando más acusan la escasez de alimento los animales silvestres.

Espino Albar (Crataegus monogyna. Jacquin) en la botica serrana