sábado. 20.04.2024

Donostia se ha convertido con el paso del tiempo en el templo de la cocina en miniatura. La parte vieja de la ciudad es una amplia oferta de locales en los que se pueden degustar los más variados pintxos que seducen a cualquier visitante.

Entre todos estos locales nos ha sido grato potear en uno de ellos, Bar Martínez, en una de las calles más concurridas de esta ciudad de Euskal Herria, Kalea 31 de agosto. Desde hace cuatro años este local, que posee una amplia barra que aparece repleta de los más variados pintxos, es regentado por Chuchi, un descendiente de extremeños, más concretamente de acebanos.

Este Donostiarra-Acebano nació hace 43 años en Donostia, ciudad a la que se desplazaron sus padres desde Acebo en busca de un mejor porvenir, como muchos otros extremeños. A los 14 años comenzó a trabajar en este bar hasta que hace cuatro años decidió, junto a su mujer, quedarse con el mismo para regentarlo y seguir seduciendo a los visitantes de Donostia con sus peculiares pintxos.

Chuchi nos muestra orgulloso un calendario con fotos de Acebo que tiene colgado al fondo de la barra y que fue elaborado el año pasado por el periodista y fotógrafo acebano Oscar Egido González. Este paisano, de pequeña estatura, pero con una amplia visión del negocio, nos comenta que es duro y complicado hacerse un hueco dentro del mundo de la micrococina en una capital como Donostia; en la que se tiene que innovar constantemente debido al público tan exigente que viaja a esta ciudad para degustar los magníficos pintxos que se ofertan en la amplia gama de bares y tabernas que se distribuyen a lo largo y ancho de la parte vieja de la ciudad.

Nos despedimos de nuestro paisano deseándole mucha suerte y con el deseo de que la próxima vez que visitemos su local podamos degustar un pintxo de “mojeteo” (ensalada de cítricos y bacalao).

De Pintxos por Donostia en el Bar Martínez