La provincia de Extremadura reúne en un mismo entorno historia, gastronomía, naturaleza y aventura. Tierra de conquistadores, famosa por su monumentalidad histórica y sus entornos naturales, en los últimos años ha vuelto a atraer el foco de atención por su interesante oferta cultural y gastronómica. Festivales como el Womad, la colección de arte contemporáneo Helga de Alvear o las dos estrellas Michelin que ha recibido el restaurante Atrio, han hecho de la región el nuevo destino de moda de nuestro país.
Coincidiendo con el nombramiento de Cáceres como capital de la gastronomía española 2015, hemos querido realizar un recorrido por los diferentes caldos y bodegas que han contribuido a convertir la cocina extremeña en un referente culinario. Lugares con historia y tradición que, además de elaborar excelentes vinos, ofrecen una amplia oferta de actividades para los amantes de la enología y la buena mesa.
Las Granadas Coronadas
Esta bodega es un ejemplo perfecto de cómo combinar con éxito modernidad y experiencia. Creada en 1975, actualmente la finca, ubicada en Trujillo, en una zona privilegiada a 800 metros de altitud con un microclima perfecto, abarca 110 hectáreas. El lagar familiar se ha convertido en un moderno complejo que incluye vinoteca, museo enológico, salones para banquetes y todo lo necesario para disfrutar de una jornada vinícola. La marca estrella de esta bodega es el Torre Julia, un tinto reserva, cien por cien Cabernet Sauvignon, galardonado con varias medallas de oro.
Viña Santa María
Situado en plena Sierra de Lamoneda, a sólo 10 kilómetros de Mérida y sobre un antiguo asentamiento romano, crece este maravilloso viñedo, a cuyos pies se extiende un denso bosque de encinas, alcornoques y jaras. Sus fundadores, Yolanda Piñero y Álvaro de Alvear, han logrado marcar tendencia gracias a la combinación de hasta doce tipos diferentes de uvas, algunas de ellas, como la cabernet franc, únicas en Extremadura. Tanto la finca como el entorno ofrecen un sinfín de posibilidades para amantes de los vinos, senderistas, cicloturistas y fotógrafos. Si quieres disfrutar de un fin de semana repleto de actividades al aire libre en este hermoso “cortijo extremeño” pincha aquí, encontrarás bonos descuento para dos personas que incluyen visita y cata de hasta tres de sus mejores vinos.
Bodegas y Viñedos de Trujillo
Muy cerca de la ciudad que vio nacer al explorador Francisco Pizarro, Trujillo, se erige esta bodega impregnada del mismo carácter conquistador del caballero, ya que su caldo principal, Habla, se ha situado entre los principales vinos de nuestro país tanto a nivel nacional como internacional. Rodeado de viñedos que atesoran hasta ocho variedades de uva, se encuentra este edificio de gran valor arquitectónico por su diseño de vanguardia, elaborado en cobre y cristal y perfectamente integrado con el entorno. Una visita imprescindible que se puede combinar con un paseo a caballo por la hacienda Dehesa de la Torrecilla.
Martínez Payba
Esta es una de las bodegas de referencia en la Ruta del Vino Ribera del Guadiana. Un lugar singular, con encanto, donde se respira tradición y calma. Esta empresa de quinta generación embotelló su primer vino en 1990, cuando ya llevaba varios años dedicaba a la venta a granel para la elaboración de alcoholes a bodegueros de la zona de Jerez de la Frontera o Portugal. De la pasión de su fundador, nació el vino que lleva este nombre, Payva, un tinto que desde entonces no ha dejado de cosechar premios para la bodega. El interés y compromiso de la familia Martínez Payva con la innovación les ha llevado a ser pioneros en la introducción de nuevas técnicas de cultivo y varietales de uva en la zona.
Antonio Medina e Hijos S.A.
Fundada en 1931 por el bisabuelo José Montaño, en la actualidad está dirigida por la cuarta generación familiar que ha alcanzado el éxito del negocio gracias, en gran medida, a la incorporación de su nueva bodega de elaboración y crianza, Las Monedas, un recinto que cuenta con amplias y avanzadas instalaciones, así como con un extenso y cuidado viñedo. Su vocación exportadora ha llevado sus caldos a países como Japón, China, México, EEUU y buena parte de Europa. Los emblemáticos Jaloco y Marqués de Badajoz son ya auténticas joyas en nuestro país. Conscientes de su magnífico patrimonio vitivinícola, las puertas de Bodegas Medina han estado siempre abiertas a visitantes dispuestos a disfrutar de una de las mejores ofertas enoturísticas de la zona.
Ribera del Guadiana, Cáceres, Badajoz, Trujillo, Zafra, tesoros de la historia, la cultura y el tiempo; lugares para caminar y disfrutar. Si aún no tienes ningún plan para las próximas vacaciones de Semana Santa, éste sin duda es el destino que estabas buscando. Modernidad y tradición se dan la mano en un entorno de enorme riqueza natural al que sin duda querrás volver una y otra vez.
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