Este sábado los amantes del buen beber y mejor yantar tienen una cita ineludible en Santibáñez el Alto. La localidad serrana que sombrea el magnífico castillo de San Juan de Máscoras celebra una nueva edición de su matanza tradicional con la que agasajan por igual a vecinos y visitantes.
Este sábado, cuatro cochinos de más de cien kilos cada uno, serán abiertos en canal y preparados para su degustación. Bueno, la degustación será el sábado porque toda la preparación previa se realizará el viernes, a partir de las cuatro de la tarde. Una treintena de vecinos y vecinas acudirán ese día para sacrificar a los animales, recoger su sangre, chamuscar su piel y preparar carnes y entrañas para su degustación posterior. Esa misma noche ya queda preparado el café negro de puchero que las mujeres servirán el sábado a los primeros en llegar a la peculiar plaza de toros santibañejas.
El día comenzará con la degustación de este buen café de puchero con migas y aguardiente. Desde este miércoles, las mujeres de la asociación La Muralla están elaborando dulces típicos para acompañar este café de primera mañana. Floretas, buñuelos y roscas de huevo para comenzar felices la fiesta gastronómica del sábado.
Mientras unos disfrutamos del primer café y el obligado aguardiente, las santibañejas continuarán trabajando en los corrales de los toros terminando de preparar la sopa de sangre y los menudillos del cerdo. Deliciosos.
Y ya, a partir de las dos de la tarde, los cuatro animales convertidos en filetes, panceta, chuletas y picadillos harán las delicias de vecinos y visitantes. A lo largo del día la charanga local Los Santitos se encargarán de hacer bailar al personal entre prueba y chorizo.
En la sobremesa el grupo de sevillanas peraliego Agüita Clara realizará una exhibición de baile en esta misma plaza de toros.
Fátima González Franco, concejala de Cultura y Festejos confiesa que cada edición de la matanza tradicional santibañeja acarrea “mucho trabajo pero también mucha satisfacción porque nuestra matanza suele salir muy bien y convoca a muchísima gente que siempre regresa contenta a su pueblo”. “Tratamos a todos igual, tanto a los vecinos como los que vienen a comer con nosotros”, apostilla.
Pero no crean ustedes que la cita termina con la comida del mediodía. En Santibáñez también podemos quedarnos a cenar la noche del sábado y disfrutar del tradicional caldo con huesos y del resto de la carne que ha quedado del mediodía. Si es que dejamos algo para la cena.
Que ustedes lo pasen bien.
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