La Ley estipula una penalización consistente en el 5 por ciento del valor total del viaje para gastos de cancelación, si ésta la se produce con más de diez y menos de 15 días de antelación a la fecha del comienzo; el 15 por ciento entre los días tres y diez; y el 25 por ciento dentro de las 48 horas anteriores a la salida. Si no se presenta a la salida, el viajero está obligado al pago del importe total del viaje y normalmente se dejan de imputar los gastos de gestión y de penalización.
En la contratación de un viaje combinado figura la posibilidad de desistir del mismo pero, salvo que a la hora de contratar el paquete hayamos adquirido un seguro de cancelación, las agencias sólo están obligadas a devolver el dinero en causas de fuerza mayor y aunque parezca sorprendente, el ataque terrorista sufrido en Túnez no está registrado como tal.
Cuando hablamos de eventos de fuerza mayor nos referimos a sucesos que no hubieran podido preverse o que, previstos, fueran inevitables, anormales e imprevisibles, ajenos al consumidor y usuario y así mismo al organizador. Terremotos, huracanes, guerras, etc. en este supuesto el derecho a recuperar las cantidades pagadas procede en cualquier caso, haya o no contratado un seguro de anulación.
Por tanto recomendamos: Informarse sobre las gastos de anulación y en función de ello decidir si optamos por cambiar el viaje por otro similar, en cuanto a condiciones económicas o bien solicitar la devolución del dinero.
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