"Cuando le pides un deseo a una estrella, no importa quién seas, cualquier cosa que tu corazón desee se hará realidad"....Bueno, tal vez sea un poco exagerado lo que se canta en esta preciosa canción de la película "Pinocho", pero una cosa sí es segura: ¿Cómo podrías dirigirte a una estrella si no te sabes su nombre?, ¿y cómo sabría ella que es precisamente ella, y no otra cercana, la que tiene que conceder el deseo?, ¡y no digamos ya si es un conjunto de estrellas dobles o triples, la que se puede liar!
Al llegar al mes de mayo, habremos completado juntos un viaje de dos años por el cielo de nuestra Sierra, y con todo lo que habremos aprendido y, espero, disfrutado, estaremos preparados para pedir nuestros deseos sin confusión,"¡Betelgeuse, que quiero esto!, ¡Arcturus, que quiero lo otro!"...y ya no podrán hacerse las distraídas.
Pues bien, todo esto habría sido imposible sin la existencia de este magnífico periódico, de sus lectores y de su maravillosa directora. Gracias a todos, y un cariñoso abrazo especial para nuestros traductores, Jakki, Hans y Franjo, que hacen de este periódico algo universal.
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