El amor y el hartazgo están en el origen del nacimiento de Oleosetín, nueva marca de aceite de oliva virgen extra edición limitada, que esta última campaña ha nacido en Robledillo de Gata.
Sus promotores son los tres hijos de Jesús Lucas Gómez y Josefa Sánchez Sanchez que para mitigar la tristeza que sentían sus progenitores ante el paulatino e inexorable abandono de sus olivares decidieron tomar las riendas de las fincas familiares.
Además de esta acción de amor, en el nacimiento de Oleosetín también se encuentra el hartazgo. El hartazgo por el robo que cada año sufren los olivareros con el precio de sus cosechas animó a Jesús, Iluminada y María José --junto con su cuñado Luis Miguel Martín González-- a prescindir de intermediarios y llevar ellos mismos sus productos desde la almazara hasta el consumidor.
Esta primera campaña está formada por 6.000 litros que se envasan a demanda para lograr mantener en condiciones optimas la calidad del aceite. Así, estos jóvenes emprendedores están capacitados para envasar su producto en la cantidad que desee el consumidor o etiquetarlo de acuerdo a las necesidades del cliente.
El sistema de recolección y molturación también es especial. La aceituna es recogida justo en el momento en que su color se transforma del verde al negro e inmediatamente es transportada a la almazara. No transcurren ocho horas desde su recolección hasta su depósito en la bodega familiar donde se guardan las tinajas de acero inoxidable que mantienen el producto protegido de la luz y el aire a una temperatura óptima.
Hasta el momento Oleosetín puede adquirirse en Robledillo de Gata y en Marchagaz. o bien a través de la web www.oleosetin.com. “Estamos muy interesados en encontrar negocios para acercar nuestro producto al consumidor, principalmente a tiendas dedicadas a la venta del productos típicos de la zona y en el ámbito del turismo a través de las casas rurales, los mesones, restaurantes o tiendas de regalos”, declara a este digital Jesús Lucas porque como bien dice “de poco sirve tener un tesoro si no somos capaces de ofrecerselo a nuestros posibles clientes”.
Los hermanos Lucas Sánchez siempre vivieron en Robledillo de Gata hasta que tuvieron que marcha fuera a proseguir sus estudios. Ahora, siempre junto a Luis Miguel Martín González, estos aguerridos emprendedores son propietarios de un variopinto grupo de empresas que nació al calor de la construcción y se han ido diversificando en función de las oportunidades que ofrecen los nuevos tiempos y que incluyen desde alojamientos rurales hasta el negocio de la ferretería.
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