A las dos y media de la madrugada, los autobuses ya estaban preparados para iniciar la evacuación de los vecinos de Acebo, que han pasado la noche en el pabellón y el recinto ferial de Moraleja. Según fuentes de este digital, también los turistas alojados en el camping de Gata iban a ser evacuados por precaución debido a la dirección de las llamas. Sin embargo, la dirección del viento empujó las llamas hacia Perales del Puerto y a eso de las cuatro de la mañana, el pueblo era desalojado
Animales, modos de vida, paisaje y futuro arden entre las llamas de un incendio que, según las primeras impresiones, ha sido intencionado. El amanecer trae consigo la intervención de los medios aéreos y renueva las esperanzas de su extinción.
A la 1:17 horas de la madrugada el fuego amenazaba con cruzar la carretera EX 109 -Coria/Ciudad Rodrígo- y alcanzar el término de Villasbuenas de Gata. La carretera había sido cortada al tráfico desde la medianoche, en el tramo que va desde el cruce de La Fatela hasta el kilómetro 68, en el límite de la provincia con Salamanca, dentro de los trabajos de extinción y contención del incendio.
Los medios están apostados en el cruce de Acebo con la carretera del Puerto de Perales.
El viento sopla sur, dirección Hoyos, aunque hay una parte del frente que quería tirar para Villasbuenas, en función las vertientes de los tesos y las lomas de la zona.
Animales y modos de vida, esfuerzos y esperanzas han ardido estas horas, al igual que ardieron las esperanzas de los resineros gateños con los que este digital tiene una conversación pendiente para conocer su situación y la solución que se les ha ofrecido desde la administración responsable. Aprovechamos estas líneas para pedirles disculpas por nuestra tardanza y estamos seguros que, si leen este digital, sabrán hacerse cargo de ella.
La dirección del viento era la gran preocupación de los serranos en la noche de ayer ya que de ella dependía el futuro incierto de sus municipios. “Qué desastre”, repetían los serranos “Qué hijos de la gran puta”, vocalizaban intentando atrapar bocanadas de aire infectado de humo.
Diez minutos más tarde, cuando todas las posibilidades apuntaban hacia los términos municipales de Villasbuenas de Gata y Gata, el viento cambió de dirección y comenzó a soplar sur, dirección Hoyos. A las cuatro de la madrugada, los responsables del Plan INFOEX consideraron oportuno desalojar a los vecinos de Perales del Puerto.
A esas hora la velocidad media del viento era de 14 kilómetros horas con rachas de 30 kilómetros. Estas medidas se refiere a la altura de la carretera del Puerto de Perales; la velocidad del viento en las cumbres, arengada por las llamas, es mucho mayor y el viento arreciaba en los altos girando su cólera hacia los serranos.
Los serranos pasan la noche pendiente del regreso de las primeras luces del día y, con ellas, los medios aéreos que puedan poner fin a esta situación de peligro general que no se vivía en esta zona de la Sierra desde hacia años y que tanto evoca el gran incendio de 2003, que llegó a afectar hasta las zonas del regadío en Moraleja, donde fue finalmente apagado o aquel otro de 1978 que comenzó en el Puerto de Perales y abrasó toda la parte central de la Sierra.
Cuando despertemos de esta pesadilla será el momento de pensar pausadamente la posibilidad de introducir nuevos cultivos forestales y agrícolas en la Sierra situados de una forma estratégica de tal forma que ellos mismos actúen como cortafuegos vegetales.
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