martes. 19.03.2024

El 26 de abril, un mes más tarde de la 211 Fiesta del Árbol, el ayuntamiento de Villanueva de la Sierra continúa avanzando por la senda verde que prometió Felipe Saúl el 26 de marzo: Convertir la Fiesta del Árbol en el eje sobre el cual gire el desarrollo, la economía y el bienestar de la localidad. 

Los pasos que está realizando la actual corporación municipal para consolidar a Villanueva como pueblo medioambientalmente ejemplar están siendo decididos desde el último martes de carnaval. Así, el 24 de febrero, Felipe Saúl, acompañado de corporación y autoridades provinciales y comarcales, hizo entrega a los técnicos de la Dirección General de Patrimonio el dossier que avala la importancia de la Fiesta del Árbol villanovense--primera que se celebró en el planeta-- y la petición de su declaración como Bien de Interés Cultural. Ese mismo día la localidad fue declarada Ciudad del Árbol. 

La primera fiesta del árbol que se celebró´en el planeta tuvo lugar el 26 de febrero de 1805, Martes de Carnaval. Este año, 211 años más tarde, Felipe Saúl anunció que la celebración del Día del Árbol queda fijada a partir de ahora el día 26 de febrero, independientemente de que coincida o no en el calendario con el Martes de Carnaval. Esta es una decisión estratégica que permite fijar en el calendario de forma permanente la celebración y poder organizar en torno a ella las actividades paralelas. 

Ahora, un mes más tarde, El Boletín Oficial de la Provincia publica sendas ordenanzas municipales de estricto contenido medioambientalista: la regulación de la recogida de setas en monte público y la protección de los árboles, arboledas o árboretum que el pleno del ayuntamiento así decida. 

Si ya son ejemplares las denominaciones de ambas ordenanzas más lo es aún la redacción de su contenido. Lejos del lenguaje administrativo tanto una como la otra exponen de forma clara y convincente el porqué de su creación y los beneficios directos que ambas reportan a los vecinos villanovenses y a su término municipal. 

En Villanueva de la Sierra sombrea su jardín el magnolio de los Durán, árbol singular de Extremadura, como el cedro del Libano de Gata y Los Abuelos del castañar de Los Ojesto. A diferencia del magnífico ejemplar villanovense, los otros tres árboles distinguidos por su singularidad pueden ser visitados por el público. 

Según recoge la ordenanza municipal de protección de árboles singulares de interés local, en el término de Villanueva existen y se encuentran amenazados grupos y ejemplares botánicos que por sus características excepcionales de tipo científico, histórico, cultural y social presentan un valor de interés local. El ayuntamiento considera que estos elementos forman parte del patrimonio medio ambiental y cultural del pueblo de Villanueva por lo que es “de interés público su protección y conservación, según recoge la ordenanza. Entre los peligros que amenazan este patrimonio natural se encuentran, entre otros, la tala indiscriminada, los incendios forestales, los proyectos urbanísticos, de infraestructuras y viarios, las transformaciones agrarias, las plagas y enfermedades. Estos riesgos se han visto favorecidos por la falta de conocimiento del número de individuos destacables y de su estafo de salud. 

La ordenanza municipal de árboles singulares de interés local se divide en cinco capítulos. En el capítulo segundo, se regula el proceso de declaración de Arbolado Singular de Interés Local y sus efectos, creándose el Catálogo de Árboles Singulares de Interés Local. En el capítulo tercero se crea la Comisión Técnica que, integrada en el Grupo de Trabajo correspondiente dentro del Consejo Local de Participación de Medio Ambiente, se encargará de elaborar los informes para la declaración de los árboles y arboledas singulares. En el capítulo cuarto se regulan las disposiciones relativas a la conservación del Arbolado Singular de interés Local, estableciendo las especificaciones técnicas, la financiación y los derechos y deberes que tal declaración comporta. En el capítulo quinto se especifican las excepciones a la tala, arranque y poda de los árboles y arboledas singulares de interés local, así como las medidas económicas o de otra índole compensatorias y el cálculo de las mismas. Por último, en el capítulo sexto se establece el régimen de infracciones y sanciones a quienes incumplan la ordenanza.

Ordenanza fiscal y reguladora del aprovechamiento micológico en terrenos municipales

Por lo que respecta a la afición micológica cada vez más en alza, el ayuntamiento ha publicado una razonada ordenanza que persigue proteger el patrimonio micológico de la localidad, prohibir las prácticas inadecuadas y convertir la recogida de setas en un recurso económico para las arcas de la localidad. El ayuntamiento ha establecido dos cuotas diferentes para vecinos, visitantes que quieran disfrutar de un paseo micológico recreativo. 

Los villanovenses mayores de 12 años que estén empadronados en Villanueva al menos un año y se encuentre al corriente de pago de sus obligaciones tributarias tendrán que pagar un euro por paseo o 10 euros por la temporada anual. Si es para el autoconsumo, los villanovenses pueden coger tantas setas como la suerte les depare. 

Para los turistas que quieran disfrutar de la micología en montes públicos, el ayuntamiento ha establecido una cuota de 20 euros diarios o 30 euros fin de semana (sábado y domingo). En este caso, sólo se pueden recolectar cinco kilos de setas determinadas también en la ordenanza o diez kilos si la salida al campo tiene tarifa de fin de semana. El máximo por día de recolección es de cinco kilos y de diez kilos los fines de semana. La cuota anual para salir al campo todos los fines de semana es de 300 euros para los turistas. 

La ordenanza también contempla el permiso comercial para empresas conserveras, puestos o establecimientos. Si la empresa es villanovense tendrá que pagar una cuota anual de cien euros. Las empresas que no estén domiciliadas en la localidad deberán pagar una cuota de 600 euros al año por el aprovechamiento micológico en los montes públicos de Villanueva de la Sierra. Según sean setas de una u otra familia, las empresas podrán coger entre 10 y quince kilos diarios. 

Por último, Villanueva de la Sierra, el pueblo que cada día se asemeja más a la Ciudad del Árbol no se olvida de la ciencia. En este caso, si el interés micológico es científico y demostrado, la recolecta no comporta el abono de cuota alguna y los investigadores podrán recolectar hasta un máximo de cinco ejemplares de cualquier hongo. 

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