viernes. 19.04.2024
A PARTIR DE AHORA, LA ASOCIACIóN SE DEDICARá AL CUIDADO Y REPOSICIóN DE LAS áREAS REGENERADAS

Cerca de 300 voluntarios participan en el programa de reforestación de RAMA

La Red Activa de Apoyo Mutuo (RAMA) realiza un balance muy positivo de esta experiencia ciudadana puesta en marcha tras el incendio del pasado agosto. Se trata de que cada uno ponga su granito de arena o su bellota para acelerar la recuperación de las áreas calcinadas

Vista general de La Nava, monte público donde RAMA efectuó la plantación el pasado día 21. ANHER

Voluntarios de Cádiz, Salamanca o Plasencia respondieron con su asistencia a la convocatoria realizada por RAMA el pasado mes de noviembre. Ataviados con botas de agua y chubasqueros y armados de azadones, cubos y palas, ni cortos ni perezosos se presentaron el 1 de noviembre en Hoyos para colaborar en la reforestación del Teso del Espantadiablos. 

El ayuntamiento cedió una parcela municipal para que la Red Activa de Apoyo Mutuo  pudiera llevar a cabo su plan, que no es otro que ayudar a la Sierra quemada a reverdecer. “Plantar un árbol es de las pocas cosas que puede hacer el ser humano por el Planeta sin perjudicar a nadie en ningún sentido”, declara a este digital, Isabel Pellicer, miembro de la Comisión de Reforestación de RAMA. 

Muchas han sido las llamadas a organismos e instituciones, mucho el papeleo que rellenar, muchas horas de trabajo y reuniones y muchos los silencios por respuesta. RAMA se puso en contacto con todos los ayuntamientos afectados por el incendio y sólo recibieron respuesta del consistorio soyano. Y allí que se fueron los duendes voluntarios y verdes a guapear el paisaje. 

Todas las plantaciones y reforestaciones realizadas por RAMA han sido dirigidas y coordinadas por los ingenieros técnicos forestales José Gabriel González y Agustín Iglesias y la bióloga María Vázquez. 

A la primera llamada acudieron más de un centenar de voluntarios, entre ellos una pareja de Cádiz y otra de Plasencia con su bebé recién nacido. Querían plantar un árbol en honor de la criatura y así lo hicieron. Junto a los serranos y serranas de todas las edades que participaron en esta primera cita, voluntarios de Salamanca, Cáceres, Coria o Plasencia, codo con codo y zacho con zacho por la Sierra de Gata. 

En el Teso de Espantadiablos se plantaron alcornoques, encinas, robles, plantas aromáticas y cerezos, entre otras especies. También sembraron avena y tremosilla para aportar nitrógeno y ayudar a fijar el suelo dañado. Dirigidos por el maestro yogui Vidal Hernández, los más pequeños sembraron un círculo en lo alto del cerro que en próximas fechas dará un vivo color al teso. 

El 12 de diciembre, RAMA regresó a Espantadiablos para reponer las plantas necesarias y continuar con su siembra de bellotas. Los plantones utilizados por la Red han sido cedidos por los viveros de La Moheda de Gata, dependientes de la Consejería de Medio Ambiente y Rural. En esta ocasión, también bajo la atenta y suave batuta del maestro Vidal Hernández, los más pequeños realizaron plantaciones con el método japonés Nendo Dango, que consiste en amasar semillas con bolitas de barro que se lanzan para su germinación aleatoria. 

La tercera plantación se realizó en la zona acebana de La Nava, en un terreno cedido para la ocasión por la Junta de Extremadura. En esta área primero trabajaron los alumnos de los Centros de Formación del Medio Rural de Moraleja y Navalmoral de la Mata, bajo la dirección de Agustín Iglesias, serrano imprescindible. Alumnos y profesores sembraron bellotas y, sobre todo, plantaron robles, alcornoques y encinas, árboles propios de la Sierra de Gata. 

El domingo 21 de febrero, en La Nava, RAMA dio por concluidas sus jornadas de reforestación. Continuaron con la plantación de árboles propios de Sierra de Gata y, aprovechando la idoneidad del terreno, también se plantaron alisos, fresnos, chopos, castaños y nogales aprovechando la umbría y más humedad edáfica. 

En la clausura de las reforestaciones de RAMA acudieron de nuevo cerca de un centenar de personas. Entre ellas, miembros de la comunidad moralejana de Rozacordero o un grupo de alumnas de curso de Ocio y Tiempo libre, que vinieron desde Coria acompañadas de su monitora. 

Este tipo de reforestación tienen infinidad de ventajas que abarcan “desde las propiamente medioambientalistas hasta las sociales y de transmisión de conocimientos”, señala Pellicer. En su opinión, ahora “comienza una etapa fundamental centrada en el cuidado del trabajo realizado hasta ahora”. Porque si se dejara “podría perderse la labor que hemos venido realizando”, añade. 

Además de estas reforestaciones, RAMA ha realizado un taller de injertos en el parque soyano de Maribalba impartido por Efren Martín y ha colaborado en la limpieza del chapapote que se acumula en los fondos de la piscina fluvial de Hoyos, labor que debería realizar y no realiza la Confederación Hidrográfica del Tajo, tan amable con la Sierra como a todos nos tiene acostumbrados. Esta actuación de limpieza ciudadana fue organizada por la asociación extremeña ARBA y contó con la colaboración del ayuntamiento soyano y el restaurante bar El Río, que se encargó del avituallamiento de los participantes. 

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Cerca de 300 voluntarios participan en el programa de reforestación de RAMA