viernes. 29.03.2024

De La Moncloa a las Escuelas de la República

Andrés Martiañez y Carlos Cortázar trabajaron durante quince años para la Presidencia del Gobierno y desde 2008 viven en Villasbuenas de Gata. Ahora ponen en marcha la Asociación El gramil del Maestro con la que quieren recuperar la figura del aprendiz y transmitir sus conocimientos con la madera

Promotores El Gramil del Maestro.
Promotores El Gramil del Maestro.

El día 1 de octubre comenzará a funcionar en Villasbuenas de Gata la experiencia piloto El Gramil del Maestro, asociación sin ánimo de lucro que persigue difundir los conocimientos básicos del arte del carpintero y recuperar la figura del aprendiz.

La experiencia es peculiar por varios motivos. El primero de ellos, por la materia que persigue difundir y cuyos conocimientos se pretenden preservar: la carpintería tradicional. Para ello, entre otras cosas, en esta escuela se enseñará a manufacturar las herramientas tradicionales  que habitualmente se usan en un taller: un guillame, una sierra de arco o una garlopa. Las fabricarán para su uso y también para su venta, de esta forma intentarán lograr fondos para el material de la escuela. 

El segundo motivo es porque su primera generación de alumnos --que podrán ser hasta diez-- crearán con sus propias manos el taller: los bancos de carpintero, las taquillas para las herramientas y las estanterías. Aprenderán el arte del carpintero desde el minuto cero. El Ayuntamiento ha cedido un local municipal a la Asociación y les facilitará los materiales para que lo acondicionen. Ellos se encargarán de todo lo demás. 

El tercer motivo es por el servicio que pretenden crear, una vez hayan logrado los aprendices los conocimientos básicos: arreglos a domicilios de pequeñas chapuzas caseras que nadie quiere realizar: el arreglo de una persiana, esa puerta desvencijada, esa estantería a la que le falta un tornillo. 

Y el cuarto motivo, no tan peculiar pero siempre efectivo, es la rifa que han organizado para recabar fondos. Una alacena de madera, naturalmente, con repisa de mármol y cuerpo con cristalera por dos euros la papeleta. La rifa se efectuará durante la verbena del día 29 durante las fiestas de Villasbuenas de Gata y el número ganador será publicado en este digital. 

Los protagonistas

Andrés Martiañez es el último de tres generaciones de carpinteros que durante siglos tuvieron su taller en la madrileña plaza del Cisne, primero, y  en la señorial calle Montesquinza, hasta su cierre. Su proximidad con la Castellana determinó su futuro. Carlos Cortázar, restaurador de profesión, aterrizó a los quince años en el taller de la familia Martiañez. De eso hace ya 45 años.

Por su taller pasaban librerías, escaños, sillas, butacas de los palacetes de la capital y sus manos han acariciado, curado y torneado las mejores maderas del mundo. Cuando en 1974 recibieron el aviso de que el edificio que se levantaba sobre su taller iba a ser demolido, fueron invitados a incorporarse al equipo de mantenimiento de Presidencia, que por aquel año tenía su sede en Castellana, 3.  Maderas nobles del Congreso, del Senado y del Palacio de la Moncloa han pasado por las manos expertas de Andrés y Carlos. 

Hace cinco años decidieron, jubilados, abandonar Madrid y buscar en el campo un lugar donde vivir. Viajaron hasta Las Hurdes, y lo que no encontraron en tierras hurdanas, encontró la pareja en la Sierra de Gata: su lugar en el mundo. 

Carlos y Andrés forman la primera familia gay que contrajo matrimonio en la localidad y ahora ponen en marcha la Asociación El gramil del Maestro para difundir los conocimientos que sobre carpintería guarda la pareja en su ajuar.

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