La cena de los políticos
Lo peor de todo es que tuve que pagar la cena y eso me trajo consecuencias económicas. Ya me lo dijo mi buen amigo don Silvestre: Vote usted lo que tenga que votar, pero nunca invite a políticos a cenar
Lo peor de todo es que tuve que pagar la cena y eso me trajo consecuencias económicas. Ya me lo dijo mi buen amigo don Silvestre: Vote usted lo que tenga que votar, pero nunca invite a políticos a cenar
El futuro, que es lo que nos queda de vida, es propiedad de cada uno –diría don Silvestre- y, por eso, cada uno lo gasta con quien quiere y donde quiere, pero adviértase que ya nunca se recupera
Es tanto así que una de mis obras causó tantas penas a mi esposa que guardo la evidencia de que originó mi viudez. Todo porque una mujer ignorante o mal dirigida se creyó retratada en uno de mis escritos y, un anónimo de ella, me produjo un proceso y una prisión
Fíjese don Silverio, que si los socialistas no hubiesen dado el paso de la investidura, poniendo el reloj en marcha, todavía estarían los legisladores absortos con el vacío legal, los politólogos desgranando las hojas de la margarita, el gobierno indefinidamente en funciones y el Rey montando a caballo en Babia
Lejos de nuestro grado de disconformidad con algunos periodistas subjetivos, más acérrimos defensores de ciertas políticas que los mismos políticos que las generan, está por encima de cualquier discusión la defensa de la libertad de expresión y, en ella, de la libertad de impresión e información
Fueron unas elecciones municipales las que dieron el triunfo a las candidaturas republicanas y obligaron al rey Alfonso XIII a abdicar y marchar al exilio. Así de sencillo, sin violencia.
Aires de optimismo e ilusión que soplan sin parar desde las cumbres de las montañas, allende los valles de los que Jálama presume cada primavera, seguros como estamos que amus a envernecel decá na
¿Es que a usted no le preocupa la formación de gobierno? ¡Mira¡ si que me preocupa, pero no me obsesiona como a usted. Amigo mío, con los años yo he obedecido a una república, una dictadura, una democracia, dos reyes y distintos gobiernos de centro, de izquierdas y de derechas, y todos me han dado un día de esperanza al llegar, un día de dolor al gobernar y un día de placer cuando se fueron
Relato corto cuya acción se sitúa en la dehesa de Amaniel, arrabal de Gramburgo, capital de la Astargea, principios del siglo XXI del cristianismo, durante la dominación de las llamadas razas cultas
Relato corto cuya acción se sitúa en la dehesa de Amaniel, arrabal de Gramburgo, capital de la Astargea, principios del siglo XXI del cristianismo, durante la dominación de las llamadas razas cultas
Seguiremos trabajando, como gusta decir a Sara Fontán, por dejar parte de nuestro trabajo personal en el humilde y altruista compromiso con nuestra tierra, pero –añado yo- que lo hacemos desde la sencillez de la opinión en libertad. Libertad de expresión para la Bruja y don Cristóbal, aunque ni yo sea don Cristóbal, ni sea bruja la directora
Mujeres y hombres perseguidos, encarcelados, fusilados que no mueren, porque los que están cegados son los que, de una manera u otra, les persiguieron, encarcelaron y mataron