Nueva York, Berlín, Londres, París, Madrid, Barcelona, Oviedo, Cáceres, Mérida, Badajoz… ciudades de todo el mundo, y muchos municipios con menor población que no salen en los grandes medios de comunicación, vienen realizando durante estas fechas demostraciones y acciones diversas en pro del colectivo LGTBI (Lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales)
Pero ¿Es necesario colgar banderas del arcoiris en casas, en bares, en tiendas, en tu trabajo, en ayuntamientos, ...?
Sí. Hasta que no se dejen de editar libros con terapias para curar la homosexualidad, hasta que no se dejen de recibir peticiones de retiradas de anuncios porque aparecen dos chicas o dos chicos besándose o dados de la mano en un parque, hasta que ningún padre o madre eche de su casa a su hijo por ser LGBTI, hasta que la homofobia desaparezca de la cabeza de los delitos de odio, hasta que no sea legal casarse o adoptar en cualquier país de este planeta y hasta que deje de ser ilegal ser LGBTI (En algunos países penado hasta con pena de muerte), ... "pues hasta ese momento, por desgracia, sí, tendremos que seguir luchando y colgando símbolos para explicar con contextualizar esta realidad", declara Manuel Vicente Pascual, teniente alcalde de Valverde del Fresno.
Desde Valverde del Fresno "nos adherimos un año más a esta propuesta social y necesaria para evitar los errores que se dieron en el pasado (y aún hoy en día en algunos países como Rusia, Nigeria, Uganda) de forma que las nuevas generaciones puedan disfrutar de un mundo mejor", declara Manuel Vicente Pascual.
Trabajando en esta línea, "nos comprometemos a presentar una vez al año una Declaración institucional contra la homofobia y vamos a participar en el programa cultural y social Pueblos por la Igualdad LGBTI", concluye el músico y político.
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