Una sencilla receta, que se prepara en un momento y que sorprenderá a tu paladar, con esta mezcla de sabores de la Sierra de Gata.
Con el calor de estos días, maduran las brevas, que son las primeras en aparecer, allá por San Juan. La higuera es un árbol generoso y nos regala dos frutos por temporada, ya que a las brevas le siguen los higos, pero a finales de verano, allá por el mes de septiembre.
Dependiendo de la variedad, pueden ser verdes, amarillas, moradas o granates, pero lo que les diferencia de los higos, es su tamaño, ya que son más grandes y también más jugosas.
Este sencillo plato, para aprovechar tan deliciosos frutos, admite múltiples variantes, ya que, puede hacerse con jamón ibérico, con jamón de Wagyu Ibérico, pero en esta ocasión, lo vamos a preparar con queso curado de cabra de la Sierra de Gata y recomendamos acompañarlo de un buen vino blanco "Sierra de Gata", bien frío.
En primer lugar, cogemos las brevas, bien maduras, con grietas que delaten su dulzor y las metemos directamente en la nevera, para consumirlas bien fresquitas.
Esta receta es para dos personas, con lo cual, nos basta con seis brevas bien grandes para prepararla y unos 200 gramos de queso curado de cabra "La Rozay", de Hoyos.
Primero troceamos las brevas en rodajas, lo gruesas que se prefieran, pero normalmente, saldrán tres, más el rabillo, que reservaremos para decorar el plato.
Una vez, dispuestas las rodajas de brevas en los platos, laminamos el queso con cuidado, para ir disponiendo las láminas sobre las brevas con cuidado.
Cuando acabemos, decoraremos con los rabillos, a modo de capirote, las rodajas del centro del plato, dándo la sensación de recuperar el fruto entero, pero relleno de queso de cabra.
Es importante servir este plato bien fresquito, para paliar los calores de estas fechas y sacar el máximo provecho de este fruto de temporada.
¡¡¡ Buen provecho !!!
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