martes. 23.04.2024

Un ictus aparece de repente, no avisa. Un ictus, marca un antes y un después en la vida de las personas que lo han padecido y lo peor de todo es que los los estudios afirman que una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida. Lejos de crear alarma social, este diario ve necesaria la difusión de pautas para evitar e intentar paliar sus efectos en caso de que se produzca en accidente cardiovascular. Porque aunque es duro, del icntus se sale.


Pero, ¿qué es un ictus? Dicho de una forma muy clara, es el equivalente a un infarto de corazón pero en el cerebro. De una manera más técnica, se trata de un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro y la patología se presenta siempre de forma súbita. 
Los ictus se catalogan en dos: los hemorrágicos o hemorragias cerebrales, al romperse una vena o arteria y los isquémicos o infartos cerebrales, que suceden cuando una arteria se tapona al haber un coágulo de sangre. 

El principal problema reside en que el ictus produce daño cerebral que, en muchos casos, se torna irreparable con las consiguientes secuelas para el paciente. “El tiempo en el cerebro es oro”, afirma con rotundidad Juan Carlos Parra Gómez, médico de familia de Perales del Puerto. “Al más mínimo aviso hay que trasladar a la persona afectada al centro de salud más cercano”, sentencia el doctor. Los síntomas más comunes suelen ser la perdida de fuerza, la caída de la comisura labial, decir frases incoherentes, dolor de cabeza intenso o incluso quedarse sin habla.

El Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres tiene estipulado actuar bajo la disciplina del 'Código Ictus', que consiste en un tratamiento rápido en el que las primeras 6 horas son cruciales. “Al paciente se le somete a un tratamiento fibrinolítico, es decir, su busca disolver el coágulo” apunta el doctor Jesús Rubio.

Por otro lado, una vez el paciente supera la fase hospitalaria se hace necesaria la rehabilitación. Un elemento fundamental para la recuperación del enfermo. Es ahora cuando se tratan de volver a hacer funcionar las conexiones neurológicas y recuperar habilidades.

No obstante, la mejor manera de no sufrir un ictus es evitar los factores de riesgo como son la obesidad, el tabaco, la hipertensión y realizar una vida con hábitos sanos, que tienen a la dieta mediterránea como protagonista, en la sierra saben mucho de eso con su aceite y su rica gastronomía. Asimismo, la práctica de un ejercicio regular, como pasear por los pueblos serranos y por supuesto, no beber ni fumar.

En definitiva, hay mucha vida por delante después de sufrir un ictus y una vida sana es la mejor manera de prevenir y de curar este accidente vascular.

Este diario lo hacemos todos. Contribuye a su mantenimiento

ING Direct - Sierra de Gata Digital
Nº CC ES 80 1465 010099 1900183481

Cuando se trata del cerebro, el tiempo es oro