La situación actual de necesidad por la que están pasando tantas familias empujó a Rocío Alonso Jacinto a hacer algo con el grupo infantil de folklore Villa de Gata “porque en el grupo no solo trabajamos los bailes regionales sino que queremos ir más allá y educar a los niños en valores”. Un festival solidario “es una buena forma de hacer que los niños protagonicen acciones solidarias para recaudar ayuda para los más necesitados”, declara la directora del grupo. “La idea es dar entradas por alimentos de tal forma que podamos reunir comida de primera necesidad, no perecedera, para las familias que están pasando dificultades”. “La organización Cotolengo u otra asociación de fines parecidos serían los destinatarios de nuestra ayuda”, añade.
La idea de Rocío se encuentra aún en estado embrionario porque el grupo de jóvenes danzantes que dirige se encuentra concentrado en su próxima actuación en La Moheda de Gata, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el 10 de marzo.
“De momento ya nos hemos reunido con el ayuntamiento, que nos ha mostrado su apoyo y, tras la actuación de La Moheda nos pondremos de lleno con el proyecto”.
El Festival de Gata no nace con intención de ser una muestra local de folklore infantil. La organización va a “invitar al resto de agrupaciones infantiles de bailes que existen en otros pueblos de la Sierra a participar y así unirnos todos para ayudar a quienes están pasando penalidades”.
El Festival tampoco nace como flor de un día sino que quiere tener vocación de continuidad y periodicidad anual. La idea es que el certamen “fuera celebrándose en todas las localidades”, sugiere Rocío.
Con la organización de este festival solidario el grupo de folklore de Gata quiere además rendir un homenaje a Luisa Peñalva, depositaria del folklore en Gata. Aún hoy Rocío Alonso consulta con ella letras y melodías de ramos y jotas extremeñas.
Luisa Peñalva, la señorita Luisa, como todos en Gata la conocen, enseñó durante más de 60 años a las mozas de la villa a bailar el ramo. Hace aproximadamente diez años, marchó a vivir a la residencia de Coria y todos pensaron que el folklore moriría en Gata. Pocos se equivocaron porque durante cinco años ningún grupo local volvió a bailar.
Tras este tiempo de plazas sin jotas, un grupo de mujeres que seguían bailando por afición decidieron crear el grupo de bailes regionales Villa de Gata y tomarse en serio el estudio y difusión del folklore de su tierra.
Ahora, ha llegado el momento de rendir homenaje a su maestra y sus alumnas bautizarán el primer Festival solidario de folklore infantil con su nombre, Luisa Peñalva.
