Como si buscáramos el resplandor de las palabras, sobre la ceniza húmeda de este paraíso, norte extremeño, donde se fala mañegu, en San Martín de Trevejo, los senior han recurrido a la riqueza de la lengua como una llamada a la esperanza, en pleno verdor de la primavera, para que no se olvide que el árbol volverá a tener su sol y su sombra, para recordarle al hombre la grandeza de este oasis paradisiaico. Y esta ocasión, viene a disentir del tan celebrado dicho “de que espíritu desunido anima a los extremeños…” Que ha llegado el momento de explorar la realidad, colocar el fonendo en los corazones de “la tierra parda”, vamos: coger el toro por los cuernos y afrontar situaciones muy actuales, como alternativa al acontecer político, como quien suspira, lejos de los manifiestos habituales, para que Extremadura emprenda, como la cigüeña, un vuelo de esperanza.
El Club Sénior pretende estremecer, serenamente, a la sociedad extremeña, tocar la aldaba de su gran puerta, abrirla a un presente y un futuro, “cómo es la vida en tu región”, lejos de los ecos de antaño, en una comunidad que se asoma al balcón del siglo veintiuno, con el fin de no perder el paso, seguir bien los serenos y el “seamos absolutamente modernos”, como diría Baudelaire.
Y, en el marco eclesiástico de la hospedería de San Martín, con ecos lejanos de órganos y latines, han fluido las palabras, convertidas en debates, donde una serie de personajes con su catalejo, nos han llevado a realidades muy provechosas para actualizar la región, que no dejamos atrás nuestros pasos, también los sueños y, sin duda, la realidad, personajes muy preparados, lejos de una Extremadura, pacata y recortada, a pesar de los símbolos universales, a los que nos llevaron allende otros mares…
Este “Congreso no se divierte”. Vivo y real, nos mostraba otro horizonte, gracias al espíritu de los hombres de este tiempo. A veces, conviene escucharlos, analizar sus debates para, de esta suerte, comprender nuestra universalidad y la aventura de sus mundos. Mágico, Luis Felipe de la Morena, en sus palabras, en su magia de cómo “crecían” sus torres en el Canal de Panamá… Qué delicia su aventura como un alto soy de mirar a las palmeras. El largo camino del empresario Domingo Fernández para olvidarse de los viejos fantasmas. Y Modesto Durán con sus preguntas y aquel proyecto de I más D más I…
Gracias a los senior, Extremadura abrirá, o ayudará a abrir, sin duda, este gran mundo, que, cada día, se nos está haciendo más pequeño. Así ardían las palabras sobre las cenizas de una tierra hermosa, donde nacían los Dioses.
Juan Antonio Pérez Mateos, escritor y periodista.
A los Senior, con todo afecto.
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