viernes. 19.04.2024

Urbanismo y turismo en Sierra de Gata: cascos urbanos y turismo residencial

“Había un jardín tan grande como un valle

donde poderse alimentar en todas las estaciones

sobre la tierra ardiente o sobre la hierba de helada

y descubrir flores que no tenían nombre”.
Geoges Moustaki.

En artículos anteriores hacía referencia al general buen estado de conservación de los cascos urbanos de los pueblos que componen nuestra comarca, de su tipismo y como esto pudiera ser unos de los atractivos sobre los que cimentar una industria turística próspera en Sierra de Gata.

Entre las muchas actuaciones que se pueden hacer para potenciar de forma sencilla y económica el atractivo de nuestro patrimonio urbano, hacía mención al engalanamiento floral generalizado de todos ellos. Esta práctica es común en todo el centro y norte de Europa -a pesar de sus pésimas condiciones climatológicas- y es tremendamente efectiva para potenciar la afluencia de visitantes, no sólo que supone de atractivo visual, si no, más aún, por la identidad comunicativa que le daría al producto “Sierra de Gata”. Ya vimos como las flores habían catalizado todo el éxito turístico de nuestra vecina “La Alberca”.

Al contrarío que las actuaciones que se han venido produciendo hasta ahora en Sierra de Gata para mejorar nuestro atractivo turístico, este tipo de actuación no se puede hacer desde un enfoque de despotismo ilustrado “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”, al contrario, se trata de una tarea que exige, básicamente, la participación ciudadana y donde la administración se debe limitar a diseñar, facilitar, dar pautas, no poner obstáculos, difundir y animar, además, claro, de hacerse cargo de la decoración de los edificios de titularidad pública.

Requiere, en definitiva, mas voluntad popular que administrativa, y todos sabemos lo difícil que puede resultar eso en una comarca donde la administración lo ha sido todo, padre y madre, durante mucho años.

Curiosamente, entre la publicación de mi primer artículo en este fantástico medio digital y el que redacto ahora, el Consejo de Ministros ha aprobado una serie de medidas que afectan a multitud de leyes tributarias incluidas algunas de carácter local. Se trata del Proyecto de Ley 121/26 de 4 de Octubre de 2012. Si bien el objeto de estas modificaciones no es otra que dar satisfacción a las exigencias del Sr. Adelson y su polémico proyecto de Eurovegas, la normativa aprobada tiene carácter nacional y, pone en manos de los alcaldes, una herramienta nueva y, que es especialmente idónea para la puesta en marcha de iniciativas que exigen la participación popular en ámbitos locales:

“Los ayuntamientos, mediante ordenanza, podrán regular una bonificación de hasta el 95 por ciento de la cuota íntegra del impuesto (IBI) a favor de inmuebles en los que se desarrollen actividades económicas que sean declaradas de especial interés o utilidad municipal por concurrir circunstancias sociales, culturales, histórico artísticas o de fomento del empleo que justifiquen tal declaración. “

Un incentivo del 75 % en el IBI para las calles y casas ganadoras del primer premio floral en cada pueblo, un 95 % para la calle y casa ganadora a nivel comarcal y, por ejemplo un 50% para los cinco finalistas de cada localidad en ambas categorías, fachadas y calles, sería acicate más que suficiente para animar a los vecinos a engalanar sus calles y fachadas por un coste mínimo de macetas y unas plantas. La posibilidad del premio, claramente compensaría la inversión. Por otra parte, el “lucro cesante” para los ayuntamientos sería prácticamente inapreciable y el resultado tan espectacular como las propias flores.

Por supuesto, para que los esfuerzos de cada vecino tuvieran la sinergia necesaria, la Mancomunidad debería tomar tiempo en redactar una buenas bases para el concurso y orientar a los particulares sobre tipos de plantas, consejos sobre su cuidado, etc… No es una gran carga de trabajo para la Administración y, los resultados, en relación a otro tipo de inversiones, sencillamente deslumbrantes.

No hace falta gastar tanto como en Eurovegas para tener en Sierra de Gata un Europaraiso.

UNAS NOTAS SOBRE TURISMO RESIDENCIAL

Cuando hablamos de turismo, todos, inevitablemente, pensamos en ciudadanos que vienen a visitarnos durante un periodo mas o menos corto de tiempo y que dejan buenos dineros en alojamientos, restaurantes, picaderos, bares y tiendas de artesanía… Después se van.

Evidentemente ese tipo de turismo es rentable y genera mucha riqueza, no obstante, cuando un visitante llega a Sierra de Gata, es cuando deberíamos comenzar la verdadera campaña de comunicación. Si le gusta la Sierra, ¿Por qué no elegirla para tener aquí una segunda vivienda o incluso un lugar para pasar su jubilación? Tenemos buen clima, buenas comunicaciones, paisajes espectaculares, productos gastronómicos asequibles, naturaleza, y servicios asistenciales como nunca antes: consultorios, colegios, hospitales cercanos, bancos, comercio, conexión a Internet de más de 5 megas… Tenemos también un capital humano fantástico: simpático, abierto, tolerante… Tenemos, en definitiva, un lugar de lujo para vivir. Como hay pocos.

El turismo residencial genera, al menos 10 veces mas riqueza que el convencional, ya que exige por parte del forastero inversión inicial en terrenos, construcción, amueblamiento, y, de por vida, servicios de mantenimiento y consumo.

No voy a hablar ahora de la posibilidad de rehabilitar como viviendas residenciales todas las construcciones rurales como casitas agrícolas, caseríos, molinos, etc… Eso es obvio que hay que hacerlo y que la administración debería favorecerlo puesto que genera riqueza y ayuda a conservar el patrimonio rural. Lo que quiero apuntar en este artículo es la posibilidad de desarrollar en Sierra de Gata un turismo residencial a gran escala.

Hay dos factores que, además de los que siempre mencionamos, harían de la Sierra un autentico lugar puntero a nivel mundial para un turismo residencial muy especial. Me refiero, por un lado, a la crisis económica (Aunque parezca extraño) y por otro a la macro-tendencia hacia la Naturaleza y ecología que impregna en la actualidad casi todos los comportamientos humanos, tanto a nivel personal como factor de consumo.

Un modelo de turismo residencial verdaderamente sostenible en Sierra de Gata pasaría por construcciones pequeñas, ecológicas, de baja densidad y plenamente integradas en la Naturaleza. Ese tipo de construcciones tienen una característica especialmente favorable para ser desarrolladas en tiempo de crisis: al ser pequeñas, son baratas.

Que nadie se confunda, cuando hablo de un turismo residencial para Sierra de Gata no me estoy refiriendo a urbanizaciones de chalets tal y como conocemos si no en un modelo específicamente pensado para nuestra zona, con impacto ambiental positivo y basado en un modelo conceptual de vanguardia.

Cualquiera que busque “Tiny houses” en Google verá a lo que me refiero. El movimiento de “casas pequeñas” no es nuevo y se encuentra en auge en muchas zonas de Estados Unidos, Canadá y países nórdicos. Siempre en zonas con alto valor ecológico y paisajístico. No son invasivas, prácticamente autosuficiente, se integran con el paisaje y lo mejoran, puesto que los usuarios se encargan de cuidar, mejorar paisajísticamente y mantener limpia su parcela.

Toda la Sierra Gata, con más de 125.000 Has. tiene un paisaje espectacular. Si consideramos que la superficie mínima para construir viviendas en el ámbito rural en España es de 2,5 Has. El cálculo es sencillo: tenemos un potencial de 50.000 casitas legales integradas en un maravilloso paisaje, no invasivas (ya que cada una de ellas contaría con al menos 25.000 metros de terreno) con excelente clima y mejores comunicaciones. ¿Alguien se imagina la riqueza que podría aportar conseguir sólo un 10% de ese potencial de 10.000 nuevos residentes? La Sierra no tendría paro. Así de sencillo.

No es ninguna utopía; incluso el objetivo del 10% se quedaría muy corto si este proyecto se pusiera en marcha y se supiera comunicar. Hablamos de un público a nivel europeo, millones de personas en busca de una segunda residencia diferente donde el concepto de la casa es la propia Naturaleza y la vivienda física es sólo el lugar integrada en ella y donde refugiarse para dormir o de la lluvia.

Teóricamente ahora mismo podría cualquiera comprar una parcela de 2,5 Has y construir una casa en el campo, digo teóricamente ya que la práctica no es esa: la Administración entra en marcha a través de montones de organismos diferentes para que el proyecto sea una quimera. Desde la notaria, registro de la propiedad, ayuntamiento, ARIS, Confederación Hidrográfica, Consejerías de Industria, Sanidad, Urbanismo, Patrimonio, Medio Ambiente, compañías eléctricas, etc, etc se encargarán mediante pegas, documentación y trámites eternos, pero con sorprendente efectividad de que la única “Tiny House” que puedas disfrutar en Sierra de Gata sea realmente pequeña y ajardinada con crisantemos y cipreses. Eso si, muy tranquila.

Para poner en marcha en nuestra Comarca un proyecto de turismo residencial de vanguardia líder a nivel mundial bastaría con algo que no cuesta nada: sentarse a diseñarlo bien y llegar a un acuerdo con todas las administraciones e instituciones involucradas. Es realmente fácil, tanto como decir “Si ud. compra una parcela de mas de 2,5 Has y construye una vivienda que encaje dentro de estas características no va a tener ningún problema con nosotros y la podrá disfrutar de ella tan pronto como acabe de construirla”.

Se que a muchos se les habrá escapado una sonrisa porque a la Administración Pública no hay nada que le guste mas que dar la lata al administrado. Pero no es imposible. No es arriesgado, no se pierde nada. Generaría riqueza. No es ilegal. Es lógico. Es razonable. Y, además, es bonito.

Por cierto, las ideas son gratis, si alguien las quiere asumir como propias no podría hacerme mas feliz.

Urbanismo y turismo en Sierra de Gata: cascos urbanos y turismo residencial