El noveno, NOVIEMBRE.
Oscuridad entre dos luces nocturnas, el Gran Cuadrado de Pegaso, que se hunde en el Atlántico, y los brillantes Tauro y Orión, emergiendo por el Mediterráneo.
Pero algo podemos ver. Son las 11 de la noche del primer día de este mes. Aries (cap. 18), por debajo de Andrómeda y a la izquierda de Pisces, tiene cerca de esta última sus cuernos, con las dos estrellas más brillantes: HAMAL (el cordero), a tres palmos sobre Guijo de Galisteo, y SHERATAN (el signo), a un poco más de tres palmos y un poco hacia la derecha.
Entre Aries y Andrómeda está el Triángulo (cap. 18), cuya estrella principal es METALLAH o CAPUT TRIANGULI (la cabeza del Triángulo), a poco menos de tres palmos y medio, y hacia la derecha, de Villa del Campo. A una altura parecida, pero a la izquierda de Guijo de Galisteo, y no lejos de uno de los peces, está M 33, la tercera galaxia más visible del Grupo Local, al que pertenece también nuestra Vía Láctea.
Y la última constelación para este mes: Perseo (cap. 9), el liberador de Andrómeda, que ahora está por debajo de ella y a la izquierda de Aries. Dos estrellas destacan, ALGENIB (el lado), llamada también MIRFAK (el codo), a un poco menos de tres palmos y a mitad de camino entre Robledillo de Gata y Torrecilla de los Ángeles, y ALGOL (el demonio), a tres palmos sobre Hernán-Pérez. Tiene esta constelación un famoso cúmulo doble llamado la EMPUÑADURA DE LA ESPADA, y formado por NGC 869, a un poco más de tres palmos sobre Torre de Don Miguel, y NGC 884, pegado a su compañero, pero un poquito más abajo.
Y nos vamos acercando al final del año.