sábado. 20.04.2024

Costas, lingüista: “En Us tres lugaris mantienen un tesoro para la humanidad”

El profesor y vicerrector de la Universidad de Vigo realiza en su próximo libro, As falas galegas do Val do Ellas (Cáceres-Extremadura), “una declaración de amor a este valle, a sus gentes, que han mantenido un tesoro para la humanidad”. Costas llegará el día 4 de abril con una docena de alumnas para estudiar la fala de Eljas, San Martín de Trevejo y Valverde del Fresno. Según él mismo declara, el objeto del viaje es que “los nuevos universitarios gallegos descubran el milagro de la fala y el enorme parecido de esta con los dialectos gallegos surorientales”
Xosé Enrique Costas, profesor y vicerrector de la Universidad de Vigo
Xosé Enrique Costas, profesor y vicerrector de la Universidad de Vigo

 ¿Cuántas alumnas vienen? Vendrán entre siete y ocho alumnas de 3º del Grado de Gallego/Español y tres o cuatro más de 5º curso de Filología Gallega de la Universidad de Vigo. No me gusta traer “manadas” porque la gente se retrae cuando viene un autobús con 40 o 50 chavales armados de grabadoras y libretas de campo, como pasaba hace quince o veinte años. Es mejor repartirlos por los tres lugares, que se mezclen con la gente, que hablen, que escuchen, que busquen buenos informantes --hablantes nativos con buena dicción y buen conocimiento del habla-- y que graben de todo.

 En qué se hallan trabajando estas alumnas? Son trabajos de fin de curso de la asignatura de “Dialectología Gallega” de 3º de Grado y de 5º de Licenciatura. Yo soy profesor en el Departamento de Filología Gallega y Latina y ellas son alumnas de dos titulaciones, el Grado de Gallego/Español y la Licenciatura de Filología Gallega, todo ello en la Facultad de Filología y Traducción de la Universidad de Vigo. Tienen que hacer un trabajo de fin de Grado o de Licenciatura y estas han escogido hacerlo sobre diversos aspectos de las hablas de Xálima.

¿Qué relación tiene la Universidad con el Val de Xálima? Desde hace 20 años, periódicamente grupos de alumnos de Filología Gallega, Filología Inglesa y Magisterio de la Universidad de Vigo, y de doctorado interuniversitario de las tres universidades gallegas, vienen por el valle de Xálima conmigo y ya se han realizado una docena de trabajos de fin de doctorado (Diploma de Estudios Avanzados, DEA) sobre toponimia y léxico de Xálima. En estos momento se va a leer ya una tesis de doctorado presentada por Arancha Román y dirigida por mí sobre el léxico “do Val do Ellas”, que es una ampliación y mejora de su DEA de hace seis años. Los alumnos vienen a curiosear, a divertirse y a aprender. Y siempre vuelven a Galicia encantadísimos del paisaje, de las gentes, de la arquitectura, de las risas, de los vinos, de la gastronomía y, sobre todo, de la fala. Me dijo una vez una alumna vallisoletana de Filología Inglesa que para un gallego escuchar la fala sería como para ella escuchar un sefardita de Salónica o de Estambul, solo que con 300 años de diferencia.

¿Cómo se vive la fala entre los lingüistas gallegos? Con una sorpresa enorme y con una emoción  indescriptible. La Galicia occidental dice “camións, rans, mañáns”, la Galicia central dice “camiós, ras, mañás” y aquí en Valverde dicen “camións, rans, miñáns” y en los otros dos lugares “camiós, ras, mañás”. Por este y por otros muchos detalles, el Ellas o Xálima parece una maqueta dialectal de las hablas gallegas con pinceladas propias. Es un campo de experimentación lingüística y sociolingüística de primera magnitud, y a mí particularmente me emociona encontrar aquí vivísimas muchas palabras que en gallego ya fueron substituidas en el habla por el castellano y que estamos recuperando ahora por vía escolar, como “morcela, marmeleiro, estoxar, múa etc.”, o encontrar vivísimos arcaísmos desaparecidos hace cientos de años en gallego (y en portugués) como “atró, atroar, soío etc.”. O encontrar viva en mañego y lagarteiro la realización fonética africada prepalatal sonora, que en gallego se dudaba si había existido alguna vez o no, y aquí está viva vivísima.  Pero lo mejor de todo es la sociolingüística, quedamos admirados y asombrados del apego a su lengua y de la defensa natural que hacen de ella, de cómo se la transmiten a los niños, de cómo los niños la hablan con normalidad… En Galicia esto se ha perdido en las zonas urbanas debido a una catastrófica política lingüística de baja intensidad o más bien nula.

¿Despierta interés la fala entre los investigadores gallegos? Por lo dicho anteriormente comprenderás que el interés es enorme, tanto desde el punto de vista lingüístico como emocional.  Si yo, gallego, hablo en Valverde, se dan cuenta de que no hablo valverdeiro pero hablo una cosa parecida (no portugués ni castellano) y me preguntan si soy de As Ellas o de San Martín. Y si voy a San Martín y hablo en mi gallego me preguntan si soy de Valverde. No me reconocen castellano, ni extremeño,  ni portugués, pero me reconocen próximo, muy próximo, aunque no idéntico, claro, entre otras cosas porque saben que no soy del lugar porque no me conocen y nunca me han visto. A todos los gallegos que han venido por aquí les ha pasado esto, es muy emocionante  y divertido.

¿Cuántas obras se han publicado sobre a fala us tres lugaris en su universidad? Ninguna porque los trabajos de doctorado no se publican y difunden, quedan ejemplares en la biblioteca de la universidad, a no ser que el investigador “extraiga” de ese trabajo artículos para revistas especializadas o lleve comunicaciones a congresos. Yo publiqué hará unos 15 años en Galicia los Seis sainetes valverdeiros de Isabel López Lajas, el libro está agotado y ofrezco su edición a quien lo quiera reeditar y distribuir, aunque sea en digital. Esta obra tiene un enorme interés lingüístico y sociológico.

Su última obra gira en torno a la fala de Us tres lugaris  Cuéntenos. ¿Qué va a encontrar el lector? As falas galegas do Val do Ellas (Cáceres-Extremadura) es un libro de unas 500 páginas que saldrá ahora en primavera editado por Edicións Xerais. En él encontraremos legislación lingüística comparada, legislación española y europea sobre minorías lingüísticas, la Carta Europea de las Lenguas aplicada al Val do Ellas, historia de la lengua, tipología lingüística, toponimia, fonética y fonología, morfología, lexicología y mucha sociolingüística. Todo ello con medio centenar de mapas y cuadros explicativos. Es el trabajo de 20 años sobre estas hablas para mí tan queridas, es la fusión, ordenación y actualización de 30 artículos en revistas científicas y capítulos de libros, conferencias inéditas, ponencias en congresos en varios países de Europa y América… Es una declaración de amor a este valle y a sus gentes, que han mantenido un tesoro para la humanidad, y a ese tesoro que nos emociona e identifica a gallegos y extremeños de estos tres lugares.  Lo de llamarle hablas “gallegas” entiéndaseme en el sentido lingüístico, porque son hablas de la familia gallega o gallego-portuguesa que presentan unas semejanzas extraordinarias con los dialectos gallegos surorientales, por eso lo de “gallegas”, porque coinciden estructuralmente con el gallego en un 81% de su composición. Y sus hablantes se dan cuenta instintivamente de esa gran afinidad, como los hablantes de gallego.

En 1991 se celebró el primer y único congreso sobre A fala. ¿Cree necesario un segundo, doce años más tarde? Me gustaría que se celebrase un congreso periódicamente cada dos o tres años, me gustaría que hubiese clases de fala y en fala, me gustaría que hubiese cursos de verano destinados a forasteros y turistas para aprender fala (aseguro mucha clientela de Galicia), me gustaría que la fala se estudiase en la UNEX, con cursos voluntarios para futuros médicos, maestros, funcionarios etc.,  me gustaría que la Junta de Extremadura aplicase en este valle la Carta Europea de las Lenguas o un estatuto semejante a lo recogido en el estatuto catalán para el aranés, variante occitana hablada por casi 4.000 personas en el Vall d’ Arán, o incluso un tímido reconocimiento como el que se le hace al gallego y al leonés en el estatuto de Castilla y León y en la Ley de la Comarca del Bierzo.

¿Cree que el gobierno de Extremadura descuida la fala? Creo que hace unos años se volcó con la fala, se organizaron congresos, se publicaron varios libros de investigación, se le concedió la declaración BIC, incluso un año se introdujo el estudio optativo de la fala en las escuelas como “Taller de Lengua”, pero solo un año y ya hace muchos años. Me gustaría que el gobierno extremeño cuidase más su patrimonio material e inmaterial, porque no es solo suyo, es de toda la humanidad. Me hubiese gustado mucho que en el Estatuto de Autonomía se hubiese recogido tan siquiera la existencia de A fala y del Portugués de Extremadura. Pero todavía es posible que la Junta se moje y demuestre cosas, puede aplicar en el valle la Carta Europea de las Lenguas, que es un documento que forma parte del bloque constitucional de las leyes españolas, puede elaborar y aplicar un decreto para la introducción de la fala en la escuela y en otros ámbitos, puede promover la edición y publicación de materiales escolares y turísticos en fala (los materiales audiovisuales incluso podrían ser en varias lenguas), puede promover espacios en fala (incluso cursos de fala) en los medios públicos, puede organizar cursos de fala para funcionarios, curas, médicos, enfermeros, cuidadores de mayores etc. Si la Junta quisiera, tendría un tesoro conservado y potenciado de una fuerza cultural y turística de primera magnitud, y todo ello con muy poquito, porque todo el mundo en Valverde, As Ellas y San Martín ama su tierra, su lengua y sus tradiciones, solo sería cuestión de cultivarlas para ofrecérselas al mundo, sería un reclamo espectacular para venir a Extremadura, y eso son puestos de trabajo y arraigo de los jóvenes en la tierra propia. La planificación de todo esto es muy fácil y muy barata (echando mano de gente que ya tenga experiencia en estos temas) y los beneficios culturales, humanos y económicos no te los puedes ni imaginar, porque no redundarían solo en estos tres ayuntamientos sino en toda la comarca, que tiene mucho que ver y que ofrecer al visitante.

Usted conoció la Sierra en el año 1991, en la celebración precisamente de este primer congreso del que hablábamos ¿Cómo es su relación en la actualidad con Sierra de Gata? Empecé viniendo hace veinte años como dialectólogo curioso y ahora vengo encantado a saludar a muchos amigos en los tres lugares, a tomar vinos con ellos y a hablar de lo divino y de lo humano. Ahora vengo como amigo o como hermano. Me siento en casa, aunque no tenga casa, me hacen sentir en casa porque me hablan y me tratan como en casa. Y sigo aprendiendo; cada vez que vengo, llevo anotadas una docena de palabras o expresiones nuevas, me encanta la historia e incluso mediante la toponimia descubrí un castillo del que no se tenían noticias actuales: Tornafarru, en As Ellas, que es un Tor (re du) Nafarru, una atalaya de un señor procedente del antiguo Reino de Navarra. Tiene tanta historia esta tierra, tiene una lengua tan rica, que estoy convencido de que cuando dentro de un año deje de ser vicerrector de la Universidad de Vigo pediré un sabático y me vendré aquí a levantar y estudiar toda la microtoponimia, el ADN histórico de estas tierras. Y mucha fala, mucha fala que todavía me queda por aprender.

El mundo rural está en peligro ¿Está en peligro la fala?  Definitivamente sí está en peligro, pero no mañana ni dentro de cinco años, y que no se me asuste ni se me enfade nadie pero está al principio del peligro. Encuestas sociolingüísticas realizadas hace 15 años y ahora demuestran que en estos años han aumentado muchísimo los actos de habla bilingües en las casas, cuando hace 15 años todo era monolingüe en la intimidad doméstica y familiar. No es una impresión, es medición científica. Si la fala no se introduce en las escuelas, fíjate que el 73,5% de los niños hablan fala habitualmente pero solo un 2% lo hace dentro del aula, ¿esto no es discriminación? ¿Esto no es imposición? Si la fala no se introduce de manera reglada en las escuelas, con sus libros de texto, sus cuentos, sus pósters, su diccionario, su gramática (por elemental que sea) se acabará diluyendo como un azucarillo en el castellano, en dos o tres generaciones. No digo que vaya a haber sustitución de la fala por el castellano, no, sino una disolución indolora, casi imperceptible  y casi inconsciente de la fala de los más jóvenes en un castellano dialectal, pero castellano al fin y al cabo. ¿Cuántos niños emplean las palabras anduriña, lundria, popa, ameixeira o deu minguichi? Casi ninguno, todos dicen, hablando en fala, gulundrina, nutria, bubilla, cirueleiru o deu miñiqui. Y eso ya no es fala, es disolución. Y en aspectos morfológicos es una barbaridad lo que se está introduciendo el castellano en el habla de los más jóvenes, precisamente por falta de conocimiento y de cultivo de su habla, no por falta de prestigio.

Hay peligro inminente de degradación de la fala, y esa degradación o mezcla con el castellano acaba donde acaba, con la desaparición paulatina de la fala. Y no tienen por qué competir fala y castellano, pueden convivir perfectamente, pero para ello hay que discriminar positivamente la fala, no hay ningún otro camino, e introducirla en la escuela, en la administración local, en publicaciones (blogs, webs, folletos, libros, menús, etiquetas…). Quien sabe fala tiene sabido ya un 80 % de gallego y un 60% de portugués, familia lingüística de 200 millones de personas en el mundo. Todo hablante de fala también sabe castellano, pero al revés no. Todo hablante de fala puede comunicarse con 600 millones de personas, todo hablante de castellano con 400, quien sabe Fala sabe más, ¿por qué habremos de renunciar a esta riqueza? Pues para no renunciar a ella hay que normalizarla en los usos cultos y oficiales (administración, escuela, religión, sanidad, mundo asistencial) porque en los usos coloquiales ya se maneja de maravilla pero está amenazada.

¿Cree, entonces, que es importante que los niños y jóvenes de Us tres lugaris estudien en el Valle de Xálima como medida contundente de protección de A fala? Esta última pregunta ya va contestada en la anterior: es urgente y necesaria la introducción de A fala en la escuela y en los ayuntamientos, y para ello hay que elaborar unas normas comunes a las tres hablas, flexibles pero unificadoras. De lo contrario la disolución a medio plazo está servida.

Si un monte lo dejamos sin cultivo y no abrimos cortafuegos, ni limpiamos los arroyos y torrenteras, ni arrancamos las especies invasoras alóctonas, ni podamos, ni recogemos periódicamente la broza y las ramas… ese monte será fácilmente pasto de las llamas, tendrá una vegetación caótica que no favorezca el asentamiento de especies animales estables, no tendrá aprovechamiento cinegético ni de esparcimiento o recreo etc. Con la lengua pasa igual. Si no la cuidamos se abastarda y se degenera hasta ser inservible o provocar la marcha de las especies a otros bosques más habitables. Hasta ahora no se ha querido intervenir, se ha pretendido que A fala continúe su vida, pero no se dan cuenta de que no estamos en la sociedad campesina aislada del siglo XIX, que ahora estamos en la sociedad de la información y que hay que aprovechar para las lenguas y culturas pequeñas todas las oportunidades que nos ofrecen los avances tecnológicos y la legislación europea, prácticamente desconocida y por ello inaplicada.

Gracias, profesor

Costas, lingüista: “En Us tres lugaris mantienen un tesoro para la humanidad”