Las cosas suceden porque están de suceder y ya te puedes matar, o no? –me decía un amigo desde el fatalismo de la Sierra. Siendo eso cierto, es también verdad que la respuesta, afortunadamente, quedará en el viento y la iniciativa de Sara Fontán entrará en la historia comarcal como un acontecimiento significativo, expresivo y valioso
El devastador incendio forestal que asoló la Sierra de Gata en el verano de 2015, en especial los términos de Acebo y Hoyos, ha permitido descubrir o facilitar el acceso hacia estructuras arqueológicas de diverso tipo: megalitos, bujardas, aterrazamientos, molinos, minas, pozos de nieve, centrales hidroeléctricas, etc. Estamos ante los escombros de un pasado no siempre remoto, de un mundo rural y agrario ya prácticamente desaparecido, que si bien fueron nuestra seña de identidad como extremeños, hoy se hallan generalmente abandonados. Gracias a las nuevas vías de evacuación abiertas tras el incendio, el campo y el monte están ahora más transitables. Esta circunstancia, unida a la mayor sensibilización de los poderes públicos hacia esta comarca, tan deprimida, y a la expectación causada por la desgracia entre la población, nos ofrece nuevas posibilidades de dar a conocer este patrimonio, y convertir estos humildes recursos arqueológicos en valiosos recursos educativos e incluso turísticos. www.sierradegatadigital.es publicará, gracias a la generosidad de su autor, este trabajo en seis entregas semanales
Hoy quiero contaros como la familia de Los Porora de Acebo llegó a entablar amistad con la familia González Hernández de los Hoyos, de la cual surgió la relación entre Julián González y Micaela García
La soberanía del pueblo se barre de un plumazo, tornándose lo colectivo en individual con tan sólo retorcer cuatro normas estatutarias, cual harapo mojado