Sara Fontán

Acabo de enterarme por “sierradegatadigital” del fallecimiento de Cándido Pérez Vega. Me he quedado desolado porque Cándido era uno de mis mejores amigos de la Sierra y siempre que un amigo se va perdemos algo de nosotros mismos. Conocí a Cándido cuando los dos éramos maestros nacionales, él en Valverde del Fresno y yo en Villamiel.

Cada año, desde hace ya más de treinta, nos reunimos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el Día Internacional de todas las Mujeres, de todos los lugares y de de todos los tiempos. Y lo hacemos mirando al pasado, al presente y al futuro, con miradas distintas.

El caso Bárcenas fascina, es un tema que engancha. Cada mañana obliga a uno a estar pendiente de la buena nueva, de la noticia que trae algo novedoso, pero se corre el peligro de caer en la adicción, de convertirse en un Bárcenas por vena que nos lleve a un mundo de alucinaciones, imaginario, de ficción mientras los problemas de la vida real aletean alrededor nuestro, en una cercanía acuciante.

La semana pasada tuve un conflicto en mi centro de trabajo; llamé la atención a un grupo de alumnos porque, según la normativa interna, no podían permanecer en el pasillo.

Nunca un debate sobre el Estado de la Nación suscitó tan poco interés en la ciudadanía como el que hemos vivido estos pasados días. El Canal 24 horas de Radio Televisión Española reunió, en la sesión del miércoles por la mañana, 185.000 espectadores, esto suponen 45.000 espectadores menos que en el anterior debate de 2011 que fue televisado por loa canales públicos de 24 h y de La 2.

Hoy cumplimos un año, Felicidades para todos. Felicidades para la Dirección, para los colaboradores y muy especialmente para los lectores, pues sin ellos el periódico no tendría razón de ser ni de continuar. El periódico nos ayuda a conocer el entorno, los sucesos, los eventos, a saber un poco más del mundo que nos rodea y en definitiva a crecer como seres humanos. Como colaborador, me gustaría continuar con la aventura.

Hoy todos los que de alguna manera formamos parte de este diario digital, lectores y colaboradores, estamos de celebración. Hace ya un año que comenzó esta andadura, cada vez más sólida, más exigente. Desde aquí, por supuesto, nuestra más sincera enhorabuena. La sección Extremadura de Libros dio sus primeros pasos un poquito después.

El tiempo pasa, y a medida que se suceden los años vamos haciendo repaso de aquello que hemos ido creando, los lugares por donde hemos pasado, los aciertos y los errores que nos enseñan que, por mucho que creamos saber, la vida siempre es una novedad a cada paso que damos, siendo la experiencia nuestra mejor aliada.

Cuando me enteré de la desaparición del periódico “La crónica de la sierra” pensé, la cultura como siempre es la primera a la que meten la tijera en época de vacas flacas. Afortunadamente, al poco tiempo, conocíamos que su lugar lo ocupaba “Sierra de Gata digital”. Desde entonces, con aplicado interés leo lo que publica sobre lo más próximo a nosotros, nuestra tierra, aunque estemos ausentes de ella.

¡Sierradegatadigital! ¡Qué mayor!. ¡Un año ya! Su madre, Sara Fontán, puede estar orgullosa. Ese hijo informático suyo ha sustituido con éxito al hijo de papel que era la fenecida CRÓNICA DE SIERRA DE GATA.

Sierra de Gata Digital cumple un año. Sí cumple un año, y espero que muchos más. Realmente, solo llevo colaborando unos meses con el proyecto, en concreto, desde el mes de noviembre, pero disfruto mucho con ello, y espero que a alguien más le satisfagan mis humildes aportaciones.

Queridos astronautas: Juntos llevamos un año recorriendo los hermosos cielos de nuestra Sierra. No solo hemos aprendido a ver sus estrellas y constelaciones, sino que también hemos ido repasando algunos de los mitos, leyendas y costumbres con los que las distintas civilizaciones han hecho de ellas una parte fundamental de nuestra cultura.

Podría limitarme a agradecer a Sara su entrega por sacar adelante este medio de comunicación, felicitarla y desearle mucha suerte y éxito en el futuro; pero, si sólo hiciera eso, estaría mirando esta publicación como algo relativamente ajeno a la Sierra de Gata, como un negocio o proyecto más, como un engranaje prescindible de la maquinaria social de nuestra querida comarca.

Algo así sería noticia para la prensa nacional. Como este año lo han sido los tres trabajadores muertos en Moraleja o los incendios forestales. Para que estos titulares no aparezcan nunca necesitamos que se publique, que se haga pública, otra clase de noticias. Por ejemplo, es bueno que se sepa que los retenes no disponen de gasolina y que, por tanto, no se están limpiando los montes.

“El tiempo, siempre borrando, y siempre escribiendo”. Cuando pienso en este año que cumple ahora el Diario Sierra de Gata Digital, no dejan de arremolinarse en mi inconsciente diversidad y variedad de sonidos de los diferentes acontecimientos, celebraciones, actividades, sucesos... de las distintas informaciones que nos mantienen al corriente de la actualidad, del día a día de la Sierra.

 Desde que volví de Madrid soy otra persona –relató Pedro al forastero de camino a la “casa solariega”, situada un poco más arriba de una zona que llamaban de las Vegas, una vez terminadas las fiestas de San Sebastián-, allí la contaminación me estaba asfixiando, no era fácil sentirse solo entre tanta gente.

El Martes de carnaval se celebra en la villa de Villanueva de la Sierra la tradicional Fiesta del Árbol. El árbol de Villanueva tiene el privilegio de no morir. Sus ramas llenas de savia joven han prendido en el corazón de más de ciento seis países.

He leído esta semana en la prensa una noticia sorprendente: “Un hombre agrede a un niño de seis años y alega legítima defensa”. No creo que algo así deje a nadie indiferente. A mí esta noticia me ha tocado mucho la fibra, ya que he sufrido recientemente una situación similar, también en Cáceres, la ciudad donde vivo.

Pedro acompañó al forastero aquella mañana al pueblo. No fue un viaje de cortesía. Él gustaba de acudir también a la fiesta.

“Si el paisaje es la interacción hombre-naturaleza, la falta del primer elemento, o las restricciones a su poder modelador, produce su inmediata degradación” Amplio en este artículo los planteamientos iniciales que se exponían en esta página sobre urbanismo y turismo residencial.