jueves. 28.03.2024

Los datos personales, el petróleo del siglo XXI

Asociación de consumidores ACUEX

Ya lo decía uno de esos visionarios que salen de tarde en tarde, los datos personales se convertirán en el petróleo del siglo XXI, y así, es. Y lo que es peor, la normativa vigente está resultando menos proteccionista de lo que sería necesario, pero no por falta de adaptación a los tiempos, que también, sino porque la tecnología de la información y la comunicación  avanza a pasos agigantados. Todas las empresas desean saber más de nosotros con la excusa de  “personalizar tus preferencias” pero no nos engañemos, en realidad quieren información para poder vender mejor sus productos, mejor dicho,  vender más barato, ¿y cómo lo pueden lograr? consiguiendo que seamos  nosotros mismos quienes les regalamos una información, precisa, exacta y fiable. 

Ese es el tipo de información que persigue cualquier empresa como la de mensajería WhatsApp que ya ha anunciado que compartirá los datos de sus usuarios con redes sociales, incluso aunque éstos no hayan expresado  explícitamente su conformidad, ni la empresa haya informado de forma clara y transparente  tal y como exige el reglamento europeo de protección de datos. 

Los dispositivos electrónicos nos acompañan constantemente, en realidad son esa plaza pública por la que paseamos nuestro quehacer diario,  afectos, disputas, sueños y todo tipo de eventos que deberían quedarse en la más estricta privacidad. 

Una simple fotografía puede decir muchas cosas, si el usuario  estudia, si trabaja, si hace deporte, si esta solo o acompañado. 

Datos que en este caso son  un arma de doble filo, por un lado son una ayuda imprescindible  a la hora de localizar la última ubicación de personas desaparecidas, como estamos viendo en los últimos días en desapariciones muy mediáticas, sin embargo, ¿sabe el usuario exactamente quiénes tienen acceso a su ubicación?

Demasiada información para que no sea el propio usuario quien  tenga la facultad de controlarla  y la capacidad de disponer y decidir sobre  la misma. 

Como vemos no hay nada gratis, la App de mensajería que ya utilizaba los datos de los usuarios que se cuentan por millones,   ahora ha dado un paso más allá, venderlos, aunque ellos lo denominen compartir información con las nueve empresas del grupo. Venderlos a buen precio, la información de un perfil individual, permite personalizar la publicidad,  ahorrando a las empresas miles de millones en estudios. No se les ha escapado nada, las nuevas condiciones de la App de mensajería  ocupan ¡18 páginas! 

Como diría un conocido humorista que el castellano es un idioma loable, lo hable quien lo hable” y yo añadiría “y rico en palabras” Y una palabra lo puede cambiar todo, porque   no es lo mismo EN que CON, vamos a verlo. 

WhatsApp asegura que "tus chats y número telefónico no serán compartidos EN Facebook", PERO "una vez que aceptes nuestros Términos de Servicio y Política de Privacidad actualizados, compartiremos alguna información CON  Facebook y la familia de empresas (9) de Facebook, como el número de teléfono que verificaste cuando te registraste en WhatsApp, así como la última vez que usaste nuestro servicio". Y seguimos: "Podemos compartir tu información si consideramos de buena fe que es necesario para responder a solicitudes gubernamentales" es decir que no necesitan que sea a requerimiento de un juez y que no te avisaran, puesto que ya lo están haciendo. 

Foro y jurisdicción. En caso de conflicto aceptas que resolverás cualquier Reclamo que tengas con nosotros relacionado, exclusivamente en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de California o un tribunal estatal ubicado en el condado de San Mateo en California, y aceptas someterte a la jurisdicción personal de dichos tribunales con el propósito de litigar dichos Conflictos.

Legislación vigente. Las leyes del estado de California rigen nuestros Términos, así como cualquier Conflicto, ya sea en un tribunal o arbitraje, que pudiera surgir entre tú y WhatsApp, independientemente de las disposiciones sobre conflictos de leyes.

A pesar que  tanto Europa como Estados Unidos e India estudian cómo defender la privacidad de los usuarios, lo cierto es que  cada empresa es como un club privado, impone sus propias condiciones para el uso de sus servicios y nos tememos que no haya mucho que hacer al respecto, más que  exigir un consentimiento expreso autorizando el tratamiento de los datos personales como por ejemplo la autorización para la recepción de anuncios. No olvidando que en caso de que una vez informados conforme a la normativa el usuario  no acepte  de las condiciones, lógicamente asumirá el riesgo de verse privado de los servicios y ¿quién se atreve ahora a quedarse desconectado?

Resumiendo, los usuarios regalamos la información que las empresas venden,  de una u otra manera y se enriquecen a nuestra costa. ¿Es esto suficiente para hacernos  más precavidos?

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