Con el último acuerdo agrícola alcanzado entre la Unión Europea y Marruecos, las asociaciones agrícolas de Andalucía, Murcia y Levante han puesto el grito en el cielo; consideran que las grandes beneficiarias del citado acuerdo son las privilegiadas empresas francesas instaladas en Marruecos. País, que según denuncian ciertos expertos de la Universidad de Almería, practica tanto el dumping fiscal, como el dumping social; al utilizar mano de obra sin asegurar y a menores de edad.
En Sierra de Gata hace tiempo que se acabó con la agricultura por muy diversos motivos; entre otros la competencia desleal al que se veían sometidos los productos aquí cultivados, por los cosechados en los grandes invernaderos del sur de la Península donde se empleaba mano de obra foránea, barata, no cualificada y de bajo coste.
Pero lo más escandaloso del declive en esta zona agrícola es ver como en los comercios de cualquier población, que forman parte de esta comarca, se pueden adquirir naranjas de Valencia, judías verdes de Marruecos, tomates de Israel y un largo etc….
¿Qué sucede, en Sierra de Gata?, ¿Nos sobra el dinero, somos unos ingenuos?. Nada más lejos de la realidad, lo que sucede es que aparte del desinterés de la Administraciones públicas para modernizar el sector agrícola de esta comarca, y que de esa manera fuese competitivo; existe una total carencia de unos canales de distribución adecuados que comercializasen diligentemente los productos agrícolas de esta zona.
Con una amplia gama de productos hortofrutícolas que van desde la producción de aceituna, pimientos, tomates, cítricos, frutas tropicales, cereales, y un largo etc; si los canales de distribución funcionasen correctamente, esta zona además de ser autosuficiente, cosa que no lo es actualmente, se convertiría en la despensa de poblaciones tan cercanas e importantes como Coria, Moraleja e incluso Ciudad Rodrigo; además de convertirse nuevamente el sector agrícola-ganadero en un catalizador de empleo, del que tan necesitado esta comarca.
Quizás no sea adecuado, en una época de crisis como la actual, el pedir que las diferentes administraciones públicas realicen inversiones millonarias para crear una infraestructura física adecuada, que coordine y gestione los diferentes canales de distribución necesarios, que activen de nuevo un sector productivo, por el que esta Comarca se caracterizó hasta mediados de la década de los sesenta del pasado siglo. Pero si tenemos en cuenta que Sierra de Gata cuenta con una excelente red de carreteras, que las comunicaciones funcionan perfectamente, que la emigración oriunda de estas poblaciones funciona como un gran altavoz publicitario allí donde residen, y que ha habido una aceptación positiva hacia las nuevas tecnologías; entonces se puede afirmar que las bases de esa infraestructura que dinamizaría el sector agrícola ya las tenemos. Tan sólo quedaría pendiente de desarrollar una plataforma de comercio on-line, que gestionada inicialmente desde algún Organismo dependiente de alguna Administración Pública, se encargase de poner en contacto al productor de Sierra de Gata con el consumidor final (provincial, nacional o internacional).