jueves. 28.03.2024

El progre Aznar

Estaba yo dándole vueltas a un artículo de opinión sobre la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), propuesta por el ministro Wert, cuando salta a la prensa convulsivamente la entrevista al expresidente del Gobierno José María Aznar. 

No falla. Siempre que los partidos de la oposición democrática se encuentran desfondados y sin cabezas visibles que ofrezcan una segura y sincera confianza a los ciudadanos y ciudadanas de un país y, mucho más, cuando el partido en el Gobierno carece de un liderazgo fuerte, surgen otros líderes que se erigen, por motu proprio, en los salvadores de las situaciones conflictivas, lanzando proclamas populistas que calan en las conciencias abatidas y castigadas de parte de la ciudadanía. 

El expresidente Aznar se ha convertido por unos días en el auténtico líder mediático de la oposición, pidiendo un cambio en la política al presidente de su propio partido que le ha contestado con un “verdes las han segado”, intentando saldar de un plumazo la polémica suscitada: “Ese asunto está zanjado”. 

José María Aznar le ha dicho a Mariano Rajoy que no tiene un proyecto político estudiado y definido para contrarrestar la crisis económica en el corto, medio y largo plazo porque se ha alejado de las líneas maestras del programa político con que se presentó a las elecciones democráticas del pasado noviembre de 2011, las que ganó por mayoría absoluta, y le amenaza con que, si no lo retoma, él volverá a la política activa.

No me digan ustedes que no es un auténtico golpe mediático con el valor añadido de haberlo conseguido en tan sólo una entrevista televisada. 

Me van a perdonar pero no recuerdo otra cosa individual igual en el pasado inmediato. Salvando distancias con los colectivos casos de corrupción, tal vez, de triste recuerdo, las reprobables declaraciones hechas por el diputado magenta Toni Cantó, sobre que la mayoría de las denuncias de las mujeres por violencia de género son falsas, algo que le costó una fuerte reprimenda y peticiones de dimisión. Pero esto último aquí no ha ocurrido.

Sinceramente no me preocupan las opiniones que dicen que es una salida de tiesto por la posibilidad de que su esposa Ana Botella no encabece las próximas listas a las elecciones municipales de la capital, ni tan siquiera que quieran implicarle en los beneficios de la trama Günter o en los debidos a los sobresueldos de Génova, tampoco que, en su partido, le consideren poco más que desleal e irresponsable e, incluso, pienso que la opción de volver a la política es justa, respetable y democrática. 

Son cosas internas del Partido Popular que debe resolver con rapidez y tenacidad, por tratarse del partido que sustenta el Gobierno de la Nación, sino quiere enredarse como pez que se muerde la cola, mientras el paro crece y las familias desesperadas sienten el desamparo de los políticos, generándose una lógica desafección  de sus partidos y de sus propuestas.

Lo que yo digo es que los líderes de la oposición política parlamentaria, los dirigentes de las asociaciones de afectados hacen más de lo que pueden, llevan año y medio sin conseguir lo que Aznar ha logrado en unas horas: revolucionar a los medios de comunicación, conseguir ser oido por una gran mayoría de españoles y españolas de todas las ideologías y descolocar políticamente a propios y extraños. 

Se me escapa en este momento que puede ocurrir en los próximos días en los que ha anunciado nuevos encuentros públicos. En su cabeza y la de sus asesores estará el continuar con las críticas y las propuestas contrarias a la acción del Gobierno o dar marcha atrás y después paz y gloria. Pero lo dicho, dicho está.

El tornado del Gürter, que dicen está en el fondo de las críticas, está pasando factura en el Partido Popular, donde cada uno quiere aguantar su vela,  y amenaza con dejar el edificio más arrasado que Oklahoma City en los Estados Unidos de América del Norte. Un día tras otro estamos leyendo en los periódicos y escuchando en las noticias de radio y televisión todo lo que el caso Gürter, sin olvidarnos del affaire  Bárcenas, ha podido significar para la financiación del Partido Popular y, es prácticamente seguro, que seguirán apareciendo más datos. 

El diario El País llegó a decir que en una nave de Alcorcón (Madrid) estaban guardadas montones de cajas con documentación fiable. Lo que puede suponer esto sobre la gestión pasada de Aznar está por ver.

Al tiempo las encuestas electorales y la valoración de líderes siguen confirmando la caída de los dos principales partidos políticos hegemónicos en España y dibuja un pluripartidismo para la próxima legislatura.  

La tímida respuesta de los partidos de la oposición sobre algunos temas, ha dejado solo en el ruedo político a un avispado Aznar que ha pedido, sin tapujos, la bajada de impuestos a las clases medias, la distribución asimétrica del déficit y la fortaleza de la nación española, poniendo de su parte a críticos de su partido e ilusionando a los votantes desencantados, porque hay que ofrecer esperanza, no una lánguida resignación, dijo.

En definitiva que José María Aznar se ha convertido, de la noche a la mañana, en el líder mediático de la oposición al Gobierno y a poco que module sus ideas, en otro sentido al expuesto, puede llegar a convertirse en el progre Aznar de la nueva revolución española, dejando a los militantes de los partidos de derecha, centro e izquierda buscando el arca perdida y echándose en cara, cada uno dentro de sus sedes, cómo fue tan imposible encontrar la unidad de personas, proyectos y acción en torno a un lider fuerte y carismático. Tiempo han tenido.

Nota de última hora.- Llega a mi poder el barómetro de la Sexta Tv, según el cual a la mayoría de los españoles, (72%), no les gustaría que el expresidente Aznar retomara la política activa. Un 53% piensan que sus críticas han sido inadecuadas y un 82,4% creen que hubo sobresueldos durante la etapa de su gobierno, a cuyos 8 años dan un suspenso 4,33 puntos.

El progre Aznar