La Baja Edad Media (siglos XIV y XV) se llama así por una razón tan simple como es la de ocupar el nivel inferior de esa Edad en cualquier cuadro sinóptico de nuestra Historia. Fue una época convulsa con graves crisis demográficas, políticas y religiosas pero también fue una época culturalmente brillante que culminó con el esplendor del Renacimiento. El primer rey de Castilla en ese período fue Alfonso XI, llamado en los libros el Justiciero por haber llevado a cabo todas las reformas legislativas que había soñado su bisabuelo Alfonso X. Veamos, someramente, que ocurrió durante ese reinado en Sierra de Gata
Con este artículo terminamos de exponer la situación de Sierra de Gata durante la Plena Edad Media de la que hemos venido hablando en semanas anteriores. Hablamos de las guerras civiles que sufrió el reino y por derivación nuestra comarca
Desde hace unas semanas venimos hablando del estado de Sierra de Gata durante la Plena Edad Media. Como hay el peligro de que el fárrago de datos expuestos lleve a la confusión hagamos un breve resumen de lo dicho sobre nuestra comarca en el período en el que estaba a punto de finalizar ese período histórico
Hemos hablado en artículos anteriores de la reconquista y del régimen jurídico de los pueblos de nuestra comarca, de cómo vivía la gente, de los restos arquitectónicos del románico e incluso de las obras singulares que son la Mujer Panzuda, en Villasbuenas de Gata y la Escarrapachá del Teso, en Villamiel. Hablaremos hoy de los primeros conventos e iglesias de los que tenemos constancia documental o simplemente tradicional o lo que es lo mismo de cómo Sierra de Gata se fue santificando.
En un artículo anterior hablábamos de la vida del hombre común durante la época en la que floreció el arte románico y de las iglesias de este estilo en nuestra comarca. Prometíamos hablar de dos obras singulares que hemos atribuido a este período: la Mujer Panzuda y la Escarrapachá del Teso. En las líneas siguientes va lo prometido.