Opinión
Jaque mate a David
Goliat, amigo Silverio, aludiendo la sinrazón golpeó sin piedad al inexperto David, que se olvidó poner piedras en su onda. Al mismo tiempo que los improperios de los poderosos vaciaban de respuestas el viento de Bob Dylan, las flagelaciones cubrían las calles con rosas rojas de sangre amiga y las aceras se llenaban de un intenso hedor a muerte