Pocos son los datos directos que se tienen sobre la transformación de alimentos en los castros celtas a excepción de la elaboración de la harina, cuya obtención se hacía a partir del grano acumulado en cada una de las casas. El carácter familiar de esta elaboración se ha comprobado tanto en los castros del NO peninsular como como en los de la Meseta donde todas las viviendas tenían uno o dos juegos de piedras de moler.
Se conocen dos tipos de estas piedras de moler o molinos: el barquiforme y el giratorio, suponiendo el último tipo un cambio tecnológico importante con respecto al modelo barquiforme o de vaivén que estuvo en uso hasta los momento iniciales de la Segunda Edad del Hierro. El modelo giratorio se trata de molinos circulares que giran sobre un eje central y que perduró a lo largo de todo el periodo de la dominación romana. Aunque menos habitual, también se han hallado molinos fijos tallados en canchales graníticos.
Molino de mano “barquiforme” o de “vaivén”
Molino de mano “giratorio”
En Valverde, Eljas, San Martín de Trevejo y la Rivera Trevejana se han encontrado un elevado número de estas piedras de moler, principalmente del modelo giratorio. En la casa de la familia de Ojesto en San Martín de Trevejo se conservan alrededor de veinte ejemplares de estas piedras de moler de origen celta, cuyo diámetro oscila entre 40/50 centímetros y un grosor entre los 15/30 centímetros. Casi todos del tipo giratorio. Los numerosos molinos de mano del tipo giratorio hallados en todo el Área de Jálama es un testimonio inequívoco de que conoció el florecimiento de una forma de vida céltica que debió perdurar hasta principios de la Edad Media.
Molinos “giratorios” en la Exposición de la casa de la familia de Ojesto en San Martín de Trevejo
Y también, en Eljas, encontramos un canchal, conocido como A Pedra du Moiru, que pudo ser la piedra solera de un molino fijo celta similar a otros labrados en rocas de algunos castros como el de la Mesa de Miranda (Chamartín de la Sierra, Ávila).
“Molino fijo” tallado en una roca en el Castro de la Mesa Redonda (Chamartín de la Sierra, Ávila)
DESCRIPCIÓN DE A PEDRA DU MOIRU
Se encuentra en el término de Eljas, en la finca del Ayuntamiento Arroiu Segundu, lugar donde también se encuentra el cementerio de celtas de hoyos cinerarios.
A Pedra du Moiru es una roca granítica que presenta una superficie superior de tres metro de larga por dos de ancha y una altura desde el suelo de aproximadamente un metro desde el suelo. En la cara superior, previamente allanada, hay labrada una corona circular incompleta por el desprendimiento de una parte del canchal. Se observa que el subsuelo del canchal fue excavado en reiteradas ocasiones por “buscatesoros”, y tal vez por ello la roca haya cedido y cara superior presente una inclinación que no tendría en su posición originaria. También la causa de la fractura de la roca pudo ser debido a las excavaciones realizadas debajo de la roca.
La corona circular tallada en la cara superior de la roca, donde se realizaría la molturación, tiene una anchura de 40 cm y una profundidad de 20 cm, siendo el diámetro exterior de la corona de 1,80 m y el interior de uno. Igualmente en la cara superior se pueden ver dos holladuras someras en la roca de forma ovalada de unos 20 por 35 cm.
Cara superior labrada de A Pedra du Moiru
Sección de A Pedra du Moiru
La fantasía popular relaciona este canchal con un príncipe moro, imaginando que la corona circular incompleta representa a la media luna y las dos holladuras son las huellas de los pies del fantástico personaje, llamando por ello a esta roca A Pedra du Moiru.
Pero en realidad esta roca fue labrada a exprofeso como piedra solera de un molino y por el parecido con los molinos celtas tallados en roca, debió ser un molino celta para la molturación de cereales y otros productos agrícolas.
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