martes. 23.04.2024

La campaña de aceite en Extremadura ha finalizado con un descenso de más del 50%, pasando de 62.000 toneladas a 29.961 toneladas. Este dato se complementa con la caída en el rendimiento medio del cultivo, que ha pasado de un 18% a un 16% en la región.

En este sentido, los recortes en las políticas de sanidad vegetal han hecho que la campaña sea “ruinosa” para los olivareros extremeños por el aumento de los costes de producción derivados del control de la plaga, aunque muchos de ellos no lo han realizado por no resultar rentable para el cultivo. Esto ha provocado que las calidades de virgen extra y virgen se hayan visto mermadas por el problema de la mosca del olivo, produciéndose gran cantidad de aceite lampante (que tiene un precio un 30% inferior que el virgen extra). En esta situación, el sector no ha podido aprovechar el incremento de precios del aceite, al tener una calidad inferior.

Desde UPA-UCE consideran  “que esto podría haberse evitado con controles y seguimiento por parte de la Consejería de Agricultura, además de la recuperación de los tratamientos fitosanitarios globales para el olivar de la región, ya que actualmente son los olivareros los tienen que afrontar los sobrecostes de manera voluntaria”.

En cuanto a la cosecha de aceituna de mesa, la campaña ha tenido una corrección al alza; por lo que la producción final en Extremadura ha sido de 88.084 toneladas, lo que supone un 33% menos que el pasado año. Este descenso en la producción ha sido más acusado en la provincia de Badajoz (-47%) que en la de Cáceres (12%). La producción total se ha distribuido de la siguiente manera entre las variedades de la región: la más abundante ha sido la producción de aceituna cacereña con 31.924 t, le sigue hojiblanca con 24.890 t, carrasqueña con 22.364 t, manzanilla con 5.652 t y la recogida de otras variedades (3.253 t).  

Para garantizar la calidad y viabilidad del olivar extremeño y del resto de producciones agroganaderas de la región, UPA-UCE y el resto del sector han solicitado una reunión con el Director General de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura, Jesús Barrios; en la que se expondrá la necesidad de recuperar las ayudas en sanidad animal y vegetal con dotaciones suficientes para controlar y eliminar problemas sanitarios.

Además, desde UPA-UCE reivindican la ordenación de los tratamientos de forma colectiva para organizar el calendario sanitario y evitar la proliferación de plagas.

el tratamiento para eliminar la mosca del olivo no corresponde al Gobierno regional, por lo tanto "no es cierto que haya habido recortes en sanidad vegetal en este sentido, ni que por ello se haya visto mermada la producción de aceite de oliva" tal y como denuncia la organización UPA-UCE, que culpa al Gobierno de Extremadura de la situación, "a sabiendas de que el tratamiento debe correr a cargo del titular de la explotación".

El ejecutivo señala que en 2004 desapareció el Programa de Mejora de Aceite de Oliva de la Unión Europea, que contaba con una partida para control de la mosca del olivo, y los fondos se transfirieron al sector cambiando con ello el sistema de tipo de ayudas. En esa fecha el Gobierno central comenzó a financiar con fondos propios la misma red de seguimiento de la mosca del olivo para continuar con el programa. Sin embargo, el Gobierno dejó de financiar este programa y desapareció la financiación pública de los tratamientos; siendo el productor el responsable de la cura de su explotación.

Además, hay que destacar que "en Extremadura nunca se han aplicado los tratamientos contra la mosca del olivo en todas las explotaciones sino sólo donde había aceituna de almazara".

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