viernes. 19.04.2024

¿Quién dijo que Educación para la Ciudadanía no sirve para nada? Pues allí, en su clase y en la página 28 de su libro nació en el colegio Virgen de la Peña la idea de crear una empresa solidaria. “Un compañero --relatan los estudiantes en su revista Peraluna-- propuso la idea de vender pinchos de tortilla para compartir las ganancias con alguna organización necesitada”. “Entonces otro --continúan los estudiantes en su narración-- dijo que podríamos hacer como una empresa y, así, hablando entre nosotr@s, escribimos los diez mandamientos de nuestra empresa”.

Decálogo nuestro

  1. Tod@s los trabajadores de esta empresa participarán en sus decisiones.
  2. El objetivo por el que trabajamos todos unidos es conseguir fondos para una causa solidaria
  3. Nos reuniremos el último martes de cada mes (en clase de Ciudadanía) para evaluar y revisar nuestro trabajo.
  4. Iniciamos nuestra andadura comercial con un capital inicial de 10 euros.
  5. Los miércoles a la hora del recreo ofreceremos un pincho de tortilla, pan, refresco y servilleta por 0,50 céntimos.
  6. Tod@s iremos rotando en las tareas a realizar.
  7. To@s seremos responsables en nuestro trabajo y lo haremos lo mejor posible.
  8. Respetaremos y trataremos bien a nuestr@s clientes.
  9. Cobraremos a todos por igual y nadie robará ni un céntimo como hacen “esos atracadores” que han provocado la CRISIS
  10. Intentaremos probar que hay otras formas de gestionar una empresa sin explotar a sus trabajadores ni a los clientes.

Naturalmente, todos los productos de esta joven empresa solidaria “son de calidad y están elaborados por nuestras amorosas madres” y “puesto que ellas serán las que más curren, ellas decidirán a quién entregan nuestras ganancias”, declaran los estudiantes.

El su primer día en ‘el mercado’ Pinchos Solydaryos obtuvo unas ganancias de 14,50 euros “gracias a nuestros compañeros y maestros que compraron”. El tiempo que dedican a la empresa se lo roban a sus recreos “pero no nos importa porque creemos que es un trabajo importante y que va a servir para ayudar a gente que lo necesita”.

Parafraseándo, como los autores de Peraluna, a Eduardo Galeano “mucha gente pequeña haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo”.

Mucha suerte desde estas páginas.

Lecciones de solidaridad