Si algo caracteriza a las mujeres que viven en el entorno rural es que son mujeres de raza. Mujeres fuertes, trabajadoras y con carácter que, en muchas ocasiones, son las cuidadoras tradicionales de niños y mayores y que luchan con ahínco por los suyos y por salir adelante en un entorno en el que muchas veces no encuentran todas las oportunidades que quisieran para ellas o para sus hijos.
Y es que, si la vida en los pueblos ya es especial por multitud de razones, la infancia es única.
Los niños cuentan con grandes ventajas, como poder disfrutar de la naturaleza plenamente y experimentar y desarrollar su creatividad sin límites, compartir el espacio de juego con personas mayores de los que aprenden cosas “útiles para la vida”, pasar tantas horas en casa del vecino como en la suya propia, crecer sin estar rodeados de polución y sin las prisas de la ciudad, aprender a amar a los animales, rodearse de olores y paisajes que invitan a desarrollar plenamente los sentidos, saborear las tradiciones,…
En definitiva, tienen la magnífica oportunidad de instalar las bases del autoconocimiento, la gestión emocional, la empatía y las relaciones sociales. O dicho de otra manera, de desarrollar su inteligencia emocional.
Si a todo esto le sumamos una educación óptima y el propio crecimiento personal de estas madres con coraje ( sin dejar a un lado a los padres y al resto de personas de su entorno, por supuesto) conseguiremos que los niños y niñas que viven en el mundo rural tengan los mejores recursos a su alcance.
Pero para ser un buen referente emocional, es decir un buen espejo en el que se reflejen nuestros hijos o las personas que viven con nosotros, lo primero es potenciar nuestra propia inteligencia emocional.
Llegar a conocernos hasta el punto de ser conscientes de las creencias limitadoras que tenemos desde la infancia y que, probablemente estemos inculcando a nuestros niños, y cambiarlas por creencias que nos potencien, darnos cuenta de nuestros automatismos, ahondar en nuestra identidad y en nuestros valores para poder inculcar valores a nuestros hijos de forma coherente y sana, gestionar nuestras emociones hasta el punto de ser nosotros los que tomemos las riendas de las mismas y no nos dejemos llevar por estados de ánimo negativos… En definitiva, tomar las riendas de nuestra vida, algo cada vez más necesario en la sociedad tan cambiante en la que vivimos.
Es por todo ello, y porque ya es hora de que las mujeres que viven en el entorno rural tengan acceso a los mismos recursos que el resto, por lo que ECoaching World, proyecto especializado en Coaching para la Mujer Rural y basado en la economía colaborativa, está buscando colaboradores en Sierra de Gata para realizar talleres de Empoderamiento de la Mujer.
Talleres en los que las mujeres tengan la oportunidad de aprender técnicas de inteligencia emocional para aplicarlas con sus hijos y su entorno, perseguir sus objetivos y luchar por sus metas, crecer personal y profesionalmente, gestionar su tiempo, salir de su zona de confort, relajarse, vivir sus pasiones, darse motivos, conocerse mejor, gestionar el estrés,…
Y es que, aunque estamos programados para la supervivencia, afortunadamente nuestro cerebro es plástico y entrenarlo en positivo está al alcance de todos independientemente de la edad que tengamos.
Así que si tienes entre 18 y 100 años y estás interesad@, ponte en contacto a través del correo [email protected]. ¡Te esperamos!
Pilar Hernández Domínguez
Funder&CEO ECoaching World
Formadora en Inteligencia Emocional
Experta en Coaching para la Mujer Rural, PNL y Comportamiento No verbal
Teléfono: 699 608 973
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