jueves. 28.03.2024

Por qué La Mayoría

Si hace un año la situación era mala, hoy es peor. En apenas un año de gobierno de la derecha, la situación de Extremadura no solo ha empeorado significativamente, sino que el desastre económico, financiero y político se está llevando por delante lo poco que del Estado del Bienestar habíamos conseguido.

Si hace un año la situación era mala, hoy es peor. En apenas un año de gobierno de la derecha, la situación de Extremadura no solo ha empeorado significativamente, sino que el desastre económico, financiero y político se está llevando por delante lo poco que del Estado del Bienestar habíamos conseguido.

Desde que el Partido Popular llegara al Gobierno regional, ha venido repitiendo como un mantra aquello de “hacer más con menos”. Pero lo único que el PP hace con menos presupuesto son mas impuestos y más recortes, exactamente lo contrario de lo que se había comprometido.

Un año después, hay más paro, menos empleo y más impuestos. En este año, los extremeños hemos sufrido una subida del IRPF, del precio de las gasolinas, del gas butano, del agua, de la luz o del IBI entre otros.

Un año después, los recortes se han ido desgranando semana a semana, con consecuencias a veces dramáticas para los ciudadanos: el copago farmacéutico y del transporte sanitario, el cierre de algunos consultorios de urgencia en pueblos, merman los logros de Sanidad; la reducción de interinos en colegios, de las becas, de las ayudas para libros y en comedores y transporte escolar en Educación. Dos pilares que no íbamos a consentir que se tocaran.

De la televisión autonómica o de la Orquesta de Extremadura, no voy a hablar. Saben ustedes tanto como yo.

Un año después, asistimos a un autentico desastre en políticas sociales: familias, dependientes, discapacitados y parados sufren las consecuencias de una crisis que ellos no han provocado, mientras se inyecta dinero público a los responsables. La banca amontona casas vacías, mientras se producen desahucios.

Un año después, en la situación económica y social en la que nos encontramos, la izquierda no puede ser ambigua, no vale ponerse de perfil y echar balones fuera. La abstención no era esto. De los famosos 10 mandamientos no se ha cumplido estrictamente ni uno.

No es coherente que dejáramos pasar unos presupuestos que ya han supuesto un recorte de mas de 1.000 mill€. No es coherente que callemos ante impuestos indirectos, monumentos a la desigualdad, que suponen, de facto, recortes en el poder adquisitivo de la población.

Hemos sido incoherentes y dubitativos ante un gobierno sin mayoría pero con una única obsesión, el déficit, y que como el caballo de Atila, arrasa lo que toca. Un partido farsante que una vez en el poder, hace lo contrario de lo que prometió. Y nosotros, cómplices necesarios.

Este año, es un triunfo de Monago y un fracaso de la izquierda. En un Parlamento sin mayorías absolutas. Y nosotros absteniéndonos, callados…pues Sres, “quien calla, otorga”. Si nuestros votantes hubieran querido garantizar la gobernabilidad del PP o del PSOE habrían votado a esos partidos y no a nosotros.

Según el informe de Analistas Financieros Internacionales, para los extremeños los ajustes serán mas dolorosos y tendrán un mayor impacto que en otros territorios, debido al mayor peso del sector público en la economía. Una economía con baja densidad de tejido empresarial y renta per cápita menor que en el resto del país. Los recortes en política social rondan ya el 30%. Vivienda, Comercio, Turismo, Cultura (televisión autonómica y OEX) y Administración se han visto fuertemente afectados, y Sanidad y Educación pueden provocar graves tensiones políticas. Extremadura es la única comunidad en la que el PIB se redujo en el 2011 (-0,3%) y en la que más cayó el empleo (7%). Presenta divergencias con el resto de España y más con Europa. Tenemos un ineficiente mercado de trabajo con elevada temporalidad y la licitación pública ha caído casi un 90%. El porcentaje de empresas con más de 50 trabajadores es el más bajo del país. Y nuestro esperanzador turismo choca con la falta de conexiones cómodas y rápidas.

Los gobiernos de derechas insisten en que no podemos gastar más de lo que ingresamos y aluden a la comparación con la gestión económica de una familia. Los gobiernos no son familias. Las familias deben saber con qué ingresos cuentan para saber qué gastos pueden realizar. Los gobiernos, no. Los gobiernos deben saber qué gastos deben realizar y, luego, fijar o establecer los mecanismos que permitan los ingresos necesarios para afrontar esos gastos que debemos acometer. Y hay veces, como ahora, en que hay que gastar más ingresando menos.

Un año después, hay en Extremadura casi 150.000 parados. Las políticas que se están aplicando merecen nuestro rechazo. Forman parte de un ideario que no es el nuestro, de unas políticas que no son las nuestras, prolegómeno de lo que vendrá con el próximo proyecto de presupuestos regionales para 2013. IU debe reaccionar.

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