miércoles. 24.04.2024

Te atañe a ti

Los sindicatos y las organizaciones integradas en la llamada Cumbre Social han convocado una huelga general para el 14N.

Los sindicatos y las organizaciones integradas en la llamada Cumbre Social han convocado una huelga general para el 14N. Inmediatamente, quienes pretenden minimizar sus efectos lanzan al aire la pregunta de siempre ¿servirá de algo?

Las huelgas, y en concreto las huelgas generales, son de los pocos instrumentos que actualmente tiene la ciudadanía para responder de forma contundente y generalizada a las políticas de recortes: es la forma que tiene la sociedad para protestar, es la forma que tiene la ciudadanía de hacerse visible y demostrar su grado de disconformidad con las leyes que se están aprobando.

La huelga general del 14N brinda a la ciudadanía la posibilidad de manifestar su rechazo a las políticas de restricción ejecutadas por el Gobierno, y que son impuestas desde Europa. La imposición de la austeridad fiscal, los compromisos estrictos de déficit, las líneas de reforma laboral neoliberal y de desmantelamiento del Estado del Bienestar, así como las ayudas a los bancos, mientras los ciudadanos pasan hambre, son las razones fundamentales para convocar esta huelga.

Este Gobierno ejecuta los recortes que le imponen desde fuera con virulencia, amparado en su mayoría absoluta, haciendo recaer el esfuerzo sobre las clases más humildes. Ahora más que nunca es necesario reforzar el sentimiento de lucha y resistencia de nuestra sociedad y esa oportunidad la da esta huelga general. Sin embargo, hay gente que por su situación no puede hacerla. Bien porque está en el paro o por la precariedad de sus puestos de trabajo y el miedo al despido. Por eso, a la huelga general debemos de sumarle una huelga de consumo, con lo que todo el mundo tendrá su espacio el día 14N.

Este 14N es el momento de que, al margen de la decisión personal sobre secundarla o no, todos nos sintamos unidos ante los ataques que se están produciendo a nuestro escaso y frágil Estado del Bienestar. Todos juntos podemos modificar las políticas de recortes, porque todos podemos ser uno y generar la suficiente confianza entre la ciudadanía para cambiar el recorte por el crecimiento.

La huelga general del 14N no atañe solo a trabajadores asalariados, utilizados y criminalizados por la última reforma laboral. Atañe a los pequeños empresarios que han visto cómo la subida del IVA y los impuestos hacen peligrar sus negocios. Atañe a los pensionistas que han visto cómo sus pensiones se congelaban y deben pagar los medicamentos. Atañe a los parados que ven como se reducen sus prestaciones. Atañe a los padres que contemplan como se destruye la educación de sus hijos. Atañe a los enfermos que reciben prestación asistencial recortada. Atañe a los conductores que ven encarecer la gasolina. Atañe a los agricultores y ganaderos que ven cómo su trabajo cada día vale menos. En definitiva, esta huelga no solo es de unos pocos, es la huelga de todos los españoles que ven como su país se desmorona sin que nadie tenga más idea que recortar y ajustar.

Pero además, esta huelga es europea. Porque ahora más que nunca necesitamos que esta huelga sea un punto de inflexión en la respuesta social a las políticas de destrucción de crecimiento social y económico impuestas por la Troika, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

El 14-N no es una lucha de los sindicatos y el Gobierno, es la lucha de numerosas organizaciones sociales, de organizaciones civiles, de toda la ciudadanía. En definitiva, es una oportunidad para que todo el malestar ciudadano converja en una movilización, que marcará un nuevo hito en la larga lucha emprendida por la sociedad española y europea para modificar las lesivas políticas restrictivas que se están aplicando.

Te atañe a ti