jueves. 25.04.2024

La evolución humana

Para la nueva etapa evolutiva que tiene que afrontar el ser humano, se dará un cambio global que afectará a todos sus planos: físico, energético, mental y espiritual…A nivel físico se producirá un cambio genético importante cuyo exponente más evidente será el cambio operado en las células nerviosas

La evolución humana
La evolución humana

En repetidas ocasiones he hecho referencia al ser humano como una entidad compuesta de cuatro cuerpos o niveles vibratorios físico, energético, mental y espiritual. Hoy vamos a profundizar un poco en el camino a recorrer por el ser humano.

Todo en la naturaleza se manifiesta en su momento y en su lugar. La flor antes de surgir contiene ya el aroma y el color que la caracteriza, pero su aparición se da justo en el momento preciso, ni antes, ni después. Lo mismo ocurre con los seres humanos: manifiestan su personalidad en el momento adecuado, que incluso puede ser en el último minuto de su vida.

Esta reflexión nos hace replantearnos nuestra actitud ante la vida. Normalmente uno se monta su película particular, donde interpreta el papel que más le gusta y a veces, o casi siempre, se llega a creer que la película es la realidad, por eso los aterrizajes forzosos, (en forma de dificultades que nos encontramos) son los que te ponen en el lugar adecuado. Estas experiencias vitales pueden llevarnos al desmoronamiento de esa imagen ficticia de actor que tanto nos gusta.

Cuando el hombre empezó a cultivar cereales supo que, una vez realizada la cosecha y separada la paja, tendría que moler el grano para hacer harina. Al principio ponía el grano sobre una piedra y lo machacaba con otra, pero se dio cuenta de que perdía mucho grano y que era muy lento, así que inventó el molino de viento y de agua, únicas fuentes de energía que había aprendido a manejar.

Así evoluciona el hombre, buscando las respuestas a sus interrogantes y poniendo en práctica lo que descubre. Seguramente del primer molino al último hubiera una gran diferencia, pero una vez encontrada la solución, la cuestión estriba en perfeccionarla.

Ahí es donde radica la inteligencia, en unir elementos aislados para obtener el resultado buscado. En la evolución de la consciencia ocurre igual, se trata de utilizar todos los aspectos de la manifestación del SER para alcanzar un mejor uso de ellos.

Las emociones, la razón y la mente, además del físico y las energías que lo vitalizan, son expresiones de un espíritu que lucha constantemente por manifestarse y que, dependiendo del grado de evolución alcanzado, se manifiesta mas o menos ampliamente. Es decir, menos si solo es el cuerpo físico el que reacciona y más si la mente o plano energético mental es el que  se manifiesta, y por ende, todos los planos subsiguientes a él. Porque – como ya hemos visto en otras ocasiones- las energías de mayor vibración inciden sobre los menos sutiles como si fuesen una cascada.

Para la nueva etapa evolutiva que tiene que afrontar el ser humano, se dará un cambio global que afectará a todos sus planos: físico, energético, mental y espiritual…A nivel físico se producirá un cambio genético importante cuyo exponente más evidente será el cambio operado en las células nerviosas. 

Cada uno puede actuar en sí mismo para favorecer ese cambio: el cambio en la cadena genética, y sobre todo en centros neurálgicos como son el cerebro y el hígado, se puede producir por la incidencia de una radiación energética que, estando presente en el cosmos, solo puede ser aprovechada por quienes están dispuestos a ello y han abierto sus canales energéticos correspondientes.

Para beneficiarnos de esa energía es necesaria una armonización integral en todos sus niveles de manifestación, cuidando y respetando nuestro cuerpo físico, favoreciendo la recarga energética y sobre todo con positivismo y con la aplicación de una forma de vida tendente a la unión y no a la separación. En definitiva, con una actitud ante la vida y ante uno mismo que haga que todo lo que nos rodea y lo que sentimos vibre al unísono.

Hay que tener en cuenta que para que se produzca una modificación del ADN a nivel físico es necesario que antes se opere el cambio  en el plano mental, utilizándose el plano energético como puente de unión o interfase. Este cambio se produce sin traumas físicos, porque la energía astral reacomoda el cuerpo de acuerdo a las ordenes emanadas de la mente.

Lo más importante es comprender que se trata de un proceso de armonización e integración, eso implica flexibilidad y apertura para que el cambio se opere sin traumas.

Algunas veces, si estos cambios se llevan de forma agresiva, pueden conllevar deterioros de la salud. En cambio si es un proceso paulatino y  sin radicalizar las posturas, se produce sin traumas.

El camino lo tenemos delante, solo depende de nosotros si queremos o no andarlo

Hasta otro día amigos.

Un abrazo.

Agustín.

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