Cuando Caperucita Roja faló en valverdeiru y el lobo le contestó en mañegu

María del Puerto Tovar Camacho, investigadora

La licenciada María del Puerto Tovar Camacho publica un estudio comparativo sobre el mañegu y el valverdeiru basándose en el cuento tradicional de Charles Perrault. La estudiosa ha elegido www.sierradegatadigital.es para dar a conocer los resultados de su investigación. Profesora desde 1999, conoció, en un viaje de placer a San Martín, a fala y, prendada por sus sonidos, comenzó su estudio. Durante las próximas semanas, www.sierradegatadigital.es va a publicar el estudio comparativo entre el valverdeiru y el mañegu, realizado por la filóloga placentina

María del Puerto Tovar Camacho se puso en contacto con esta redacción animada por la defensa y difusión constantes que este diario realiza de la lengua minoritaria A Fala hablada en Eljas, San Martín de Trevejo y Valverde del Fresno y declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno regional en 2001. La pasión por a fala nació en esta filóloga cuando en el año 2011 realizó un viaje de placer a San Martín de Trevejo. Durante aquellas vacaciones, conoció el dulce cantar de los falantes al hablar y decidió dedicar parte de su investigación a la comparación del vocabulario y las construcciones gramaticales entre el valverdeiru y el mañegu. El lagarteiru ha quedado fuera de este estudio porque en su día no contó con ningún falante de esta variante que pudiera servirle como informante.

María del Puerto Tovar Camacho, natural de Plasencia, es profesora de Secundaria desde el año 1999 y en los últimos cursos está desarrollando su labor en el IES “Gabriel y Galán”, de Montehermoso.

La profesora se declara una entusiasta de la lengua y la literatura española e inglesa. Como amante de la literatura que es, intenta inculcar esta pasión por los libros en sus alumnos. De hecho, este curso está trabajando con sus alumnos de 1º de ESO la obra maestra de Lewis Carroll, “Alicia en el país de las maravillas”, que en 2015 cumple su 150 aniversario.

Una cosa lleva a la otra y, como buena lectora que es, también hace sus pinitos con la literatura, concretamente con la poesía.

María del Puerto Tovar Camacho es una mujer del renacimiento y a su pasión por la literatura y la escritura une su amor por la pintura, especialmente por las obras creadas durante el Quattrocento italiano. Mujer de acción, no sólo disfruta con la contemplación del arte sino que ella misma se atreve con la creación y para ello recibe clases de pintura en la Universidad Popular de Plasencia.

Sin más preámbulos, pasamos a la primera entrega de su trabajo

“Características del estudio: localidades e informantes”

El presente artículo pretende, no sólo realizar el comentario lingüístico del texto elegido, sino también comparar las variantes de a fala en el contexto en el que se usan.

Para llevar a cabo el proyecto, decidí pasar un fin de semana en la zona serragatina y alojarme en una casa rural en San Martín de Trevejo (Cáceres). De esos dos días surgió la idea de trabajar el cuento de Caperucita Colorá, con la ayuda de dos informantes, Rita y Elisa, de edades muy dispares. En 2011, contaban con 54 y 19 años respectivamente. Rita me narró el cuento en o mañegu y Elisa se ofreció a grabar el cuento en o valderveiru, una vez que yo ya había transcrito el texto anterior al castellano; del mismo modo, ambas me ayudaron a transcribirlo en a fala, ya que para mí era una novedad.

En definitiva, en este proyecto, vamos a realizar un comentario de dos de las tres variantes de a fala que existen en Extremadura.

Rita posee un vocabulario más antiguo y más adaptado a “lo que mi abuela decía”. Ella misma me señaló varios términos de la narración que, aseguró, perviven en el habla de muy pocos, ya que por la influencia del castellano, muchos vocablos se están perdiendo. Sin embargo, insistió en que los incluyese en el cuento para que observase palabras de raíces diferentes. Con Elisa fue diferente. Su vocabulario está contaminado de palabras castellanas. Según las dos personas seleccionadas, no existe gramática que refleje una ortografía y norma para el dialecto, por lo que cada habitante tiende a normalizar su habla de acuerdo a la formación que tiene, aunque sí es cierto que hay algunas generalizaciones que tendremos en cuenta en el comentario.

Introducción

Aunque no existe documentación relativa a la colonización y repoblación en esta zona en el siglo XIII, se maneja la hipótesis de súbditos gallegos enviados a defender las fronteras bajo dominación musulmana, como castigo impuesto por el rey leonés, o bien a la entrega de territorios a diversas órdenes militares por parte de Alfonso IX y Fernando II.

Los filólogos partidarios de la teoría gallega se basan en la conjetura de que el Val de Xálima era una región aislada y, por lo tanto, los colonizadores gallegos mantuvieron casi intacta su forma de hablar al no existir influencias externas.

Las tres villas del valle, llamadas en a fala, As Ellas, Sa Martín de Trevellu y Valderdi du Fresnu, conforman un enclave propicio para la conservación de una lengua autóctona. El número de habitantes en la zona es de aproximadamente 5500 activos que hablan a fala más otros 5000 que viven fuera de las localidades, pero que conservan su dialecto y lo ponen en práctica cada verano en vacaciones. En 1994, un estudio puso de manifiesto que el 80% aprendió castellano en el colegio, siendo a fala utilizada en el entorno familiar (100% en Eljas; 85% en San Martin de Trevejo; 73% en Valverde del Fresno – quizá por ello, esta última localidad muestra la influencia del castellano con mayor asiduidad, como veremos más adelante en este estudio comparativo). En la actualidad, podemos decir que la mayoría de los habitantes son bilingües, aunque con el paso de los años se está observando la contaminación de la lengua vernácula con castellanismos.

“[…] a vida dus homis du Val de Xálima se desarrollaba fundamentalamenti un campu.

A folma de

traballal y as custumbris apenas cambiaban en siglus. Tampocu u feya u lenguaji

utilizáu […] En

difinitiva, que si a fala se conservó durante siglus dibíu a u aislamentu, puemus

afirmal, sin temol a

equivocalmus, que esti aislamentu ya fai días que se acabó […]” 1

En junio de 2000, la Junta de Extremadura declaró A Fala como Bien de Interés Cultural. Un proyecto más para el fomento de la lengua es A Fala na escuela, que pretende llevar a las aulas los conocimientos sobre ella, su origen, morfología, etc., desarrollándose talleres de prensa, juegos populares, proyecciones y charlas. Al no existir una forma unificada de escribir a fala, normalmente se escribe y se lee en castellano, y existen muchas diferencias entre las tres variantes del valle; además, a fala tiene más fonemas que el castellano.

NOTAS:

1 Extracto de Congresu sobre a Fala, “Anduriña” Revista Cultural Das Ellas, Nº 4, pág.6, Mayo de 1999, F. Severino López Fernández.

2 Viudas Camarasa, Antonio; Un habla de transición: El dialecto de San Martín de Trevejo, Caceres, 1982, pág. 59.

 

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