jueves. 28.03.2024

123. Diálogos: La paz

No hay nada más antinatural y más aberrante par el ser humano que la guerra. Es la oscuridad más absoluta, la ignorancia más dolorosa, la inconsciencia más densa y más depravante. No es posible alcanzar la felicidad si no hay paz

La paz
La paz

-- ¿Que ha habido de paz en tu existencia reciente?

-- Bueno, no mucha, la verdad. En la vida parecía que había que estar permanentemente en guardia, con la coraza puesta para evitar que los demás se aprovecharan de mí. Que había que pelear cualquier pequeño logro, cualquier objetivo que se quisiera conseguir, y luego seguir luchando para mantenerlo, porque siempre había alguien al acecho para arrebatármelo. Eso sin contar con que a nivel de grupo social, de países, de religión, de cultura teníamos que demostrar estar en la mejor posición, en posesión de la verdad y la autenticidad, mientras que los otros hacían lo mismo. Muy pocos momentos de paz, casi siempre atento, vigilante, en pie de guerra.

-- Ah, la guerra. No hay nada más antinatural y más aberrante par el ser humano que la guerra. Es la oscuridad más absoluta, la ignorancia más dolorosa, la inconsciencia más densa y más depravante. Y todos los sucedáneos de ella, participan de algún modo de sus bajas vibraciones. La paz en cambio es el estado natural en el que debías haber vivido, en el que deberíais vivir todos, porque solo a través de ella se puede expresar verdaderamente la condición humana. E incluso cuando hace falta arrimar el hombro para cambiar algo que está desenfocado, o que ya no nos sirve o que no es natural siempre hay una vía para hacerlo de una manera pacifica, Puede que firme pero serena, sin agresividad, sin querer dañar a alguien o al que tienes enfrente. Hay que desterrar las batallas y utilizar en su lugar la creatividad, el buen humor, la comprensión, la comunicación… Solo así se consigue una sociedad humana verdadera. Lo demás es continuar como en sociedades  que solo cabían dos posibilidades  matar o morir. Y eso es propio de seres no racionales, no de seres humanos que quieren expresarse como tales.

-- Sí, pero “ahí abajo” si no te mostrabas agresivo te comían. Tenía que estar demostrando permanentemente que era alguien, que era valioso, que era importante y eso solo se puede demostrar si sobresales sobre los demás, si eres mejor que el otro, si le puedes vencer en el terreno que sea.

-- Mi querido amigo, nunca existió tal reto. Nunca se te pidió que fueras más o mejor que los demás, que los superaras en tal o cual habilidad, en tal o cual logro. Solo tenías que expresarte tal y como eres de verdad. Si creiste que tenías que estar permanentemente en guerra con los demás, fue porque en realidad querías sentirte apreciado, sentirte querido y no vista otra forma de hacerlo. Pero te aseguro que la hay, y es vivir en paz, irradiarla desde tu corazón y hacer que todo tu entorno recuerde que ellos también son así y justos disfrutar de vuestra existencia de una forma mucho más plena y más feliz. No es posible alcanzar la felicidad si no hay paz, ¿entiendes eso?

-- Si, lo entiendo. Pero la felicidad es algo tan lejano, tan difícil de alcanzar…

 -- Ya veo, compartiré contigo otra visión de cómo alcanzar la felicidad.

Hasta otro día amigos  

Un abrazo.

Agustín.

123. Diálogos: La paz