viernes. 26.04.2024

El disputado Chaves . Un vecino de Acebo en las Cortes de Cádiz (II)

Dos de los diputados extremeños, electos en 1810 para las Cortes de Cádiz, eran vecinos de Sierra de Gata. Antonio Oliveros Sánchez,  de Villanueva de la Sierra y Juan Capistrano de Chaves, natural de Trujillo pero vecino de Acebo

El juramento de las Cortes de Cádiz en 1810
El juramento de las Cortes de Cádiz en 1810

Cómo corrió el tiempo y como se unió el ansia de libertad de un pueblo contra el invasor extranjero. Lástima que la corona tuviese un rey lerdo, al que no sólo le faltaba un hervor sino que parecía estar continuamente en Babia, al menos para lo que quería.  Cierto es que cuando volvía en sí era peor. Retomaba la monarquía absoluta con tal fervor que no respetaba ni a propios ni a extraños. Qué queréis que os cuente de las dictaduras que no sepáis. Dos veces traicionó Fernando VII al pueblo español. Le faltó la tercera oportunidad que tuvo San Pedro para negar a Jesús, aunque con dos tuvo de sobra para volver la tortilla del derecho y del revés, algo así como hizo el santo de las llaves. 

“Marchemos francamente y yo el primero por la senda constitucional”, dijo en su programa real. Luego como buen monarca mentiroso hizo lo contrario, llevándose por delante a todos aquellos que expusieron su vida por ayudarle y entregándole la patria, esa con la que se le llena la boca a austericidas y evasores, a las fuerzas invasoras del general Napoleón Bonaparte. No contento con una, devolviéndole el trágala perro a los liberales constitucionalistas de 1812,  cargó de nuevo su miserable reinado para golpear con fuerza a los liberales del Trienio que lideraran Riego y Ballesteros (1823).

No es de extrañar, por tanto, que cuándo se constituyó la Junta Suprema del Gobierno de Extremadura (1808), con todas sus Juntas subordinadas: Alcántara, Cáceres, Badajoz, La Serena, Mérida, Llerena, Plasencia y Trujillo, la cosa no estaba precisamente como para tirar pétalos de rosas. Lo malo es que todo fue empeorando. Esto lejos de restar mérito a nuestros diputados extremeños en las Cortes de Cádiz (1810-1812) acrecentó su espíritu político combativo, convencidos como estaban de luchar contra un ejercito invasor, por unos ideales justos y, esta es la paradoja, por un rey deseado.

Para eso, y no para otras cuestiones, juraron sus cargos los catorce diputados extremeños a Cortes aquel 24 de septiembre de 1810. Su principal misión redactar una carta magna o código sagrado que rigiera constitucionalmente los destinos de la camisa blanca de su esperanza. Estaba naciendo la Constitución de Cádiz de 1812, La Pepa.

Si bien no todos continuaron más adelante por la senda constitucional, vamos a recordar sus nombres, en un respetuoso homenaje, por haber sido capaces de construir un texto ejemplo ilustrado del liberalismo político, (no del económico del mercadeo actual…) que fue capaz de trasladar la soberanía a la nación, anulando así el poder absoluto de la monarquía. Cómo para no cabrear a un rey que perdía de esta manera la transmisión de la corona por la divinidad y se sometía a la asamblea de parlamentarios cuyo poder emanaba de las Cortes. Me imagino que cara se le pondría, aunque no creo que más fea que la original, cuando el diputado Muñoz Torrero le dijo algo así como: “Majestad, he aquí que la comunidad política no está formada por súbditos sino por ciudadanos y, estos, están provistos de derechos y deberes”. El rey debió partirse de la risa y pensaría: “A vos os voy a dar yo derechos y deberes hasta partiros la cara, no tenéis más que esperar y recibiréis, paciencia. Ciudadanos y no súbditos, ¡qué ocurrencia!”. Porque, no olvidemos, que todo ello se cocinó primero con el aliento de los Bonaparte en el cogote (1808-1814) y después una ardua negociación con los Cien Mil Hijos de San Luis a las puertas de Cádiz (1823) . Velequí los nombres:  

  1. Diego Muñoz Torrero (Cabeza de Buey)
  2. Antonio Oliveros Sánchez (Villanueva de la Sierra)
  3. José Casquete de Prado (Fuente de Cantos)
  4. Manuel Mateo Luján  Ruiz (Castuera).
  5. Juan Mª Herrera Polo (Cáceres)
  6. Francisco Mª Riesco (Llerena)
  7. Francisco Fernández Golfín (Almendralejo)
  8. Manuel Mª Martínez de Tejada (Zafra)
  9. Alonso Mª de la Vera y Pantoja (Mérida)
  10. Gregorio Laguna Calderón de la Barca (Badajoz)
  11. Pedro de Quevedo Quintano (Villanueva del Fresno), dimitió siendo sustituido por José Mª de Calatrava Peinado (Mérida)
  12. Juan Capistrano de Chaves (Trujillo-Acebo), sustituido por José de Chaves y Liaño (Bienvenida) y este por Gabriel Pulido Carvajal (Cabañas)

Estos 11 primeros diputados extremeños nombrados participaron de la redacción de la Constitución de Cádiz de 1812, dándose incluso la circunstancia de que el diputado Diego Muñoz Torreno fue el encargado de pronunciar el discurso de constitución de las Cortes o que el diputado Oliveros trabajara el texto de la libertad de imprenta, entre otros. 

Ocurrió, posiblemente debido a la situación de la España invadida, que Pedro de Quevedo Quintano, presidente del Supremo Consejo de Regencia, se excusó del juramento que debía prestar, aludiendo a los socorridos problemas de salud. Dos días después renunció al acta de diputado, siendo sustituido por José María de Calatrava. No sé si es este el caso, pero ocurría a veces que los diputados electos dimitían para evitar las represalias de los franceses.

También quedó excusado el acebano Juan Capistrano de Chaves, que no pudo llegar por problemas de salud, esta vez de los de verdad, baja de las que te dan los médicos, no de las que se cogen. Más adelante sería sustituido por José de Chaves y Liaño que, cuentan las crónicas se arruinó intentando llegar a Cádiz, por lo que, a su vez, sería sustituido por Gabriel Pulido Carvajal. Hay que tener en cuenta que, en aquellos tiempos, los cargos electos elegidos debían disponer de recursos económicos ya que no cobraban sueldo.

Por lo tanto, cabe resumir para destacar que dos de los diputados extremeños, electos en 1810 para las Cortes de Cádiz, eran vecinos de Sierra de Gata. Antonio Oliveros Sánchez (Sanz?) de Villanueva de la Sierra y Juan Capistrano de Chaves natural de Trujillo pero vecino de Acebo.

Lienzo.- José María Casado del Alisal (1830-1886). “Juramento de las Cortes de Cádiz en 1810”.  (1863). Iglesia mayor parroquial de San Fernando. Expuesto en el Congreso de los Diputados de Madrid. 

Este diario lo hacemos todos. Contribuye a su mantenimiento

ING Direct - Sierra de Gata Digital
Nº CC ES 80 1465 010099 1900183481

El disputado Chaves . Un vecino de Acebo en las Cortes de Cádiz (II)