Gata se llena de gatos. No, no es un trabalenguas ni un chiste sino que se trata de una actividad que está llevando a cabo un grupo de artistas locales. Más concretamente, se trata de reproducir en puertas, ventanas y pizarras gatos antropomórficos para homenajear al artista inglés Louis Wain.
El año pasado se celebró el 75 aniversario de su muerte y en Sierra de Gata sus pinturas vuelven a cobrar vida. Sus vivos colores, expresivos ojos y esa sutil extrañeza se funde con las piedras y el verdor de la comarca.
Louis Wain
Nació en 1860 en Londres. Realizó sus estudios en la la West London School of Art y eventualmente fue profesor de la misma, pero su destino estaba en pintar. Se convirtió en artista independiente y cosechó un notable éxito. Wain comenzó a dibujar mininos para entretener a su esposa, quein estaba enferma de cáncer y moriría tiempo después. Los felinos de Wein son más humanos (caminan, hablan y se ríen) y se hicieron muy populares gracias a tarjetas e ilustraciones.
Sin embargo, la locura acechaba al pintor, que fue diagnosticado de esquizofrenía. Por tanto, sus alegres gatos se tornaron oscuros y extraños en torno a 1910. Su paleta se volvió viva y los ojos de estos animales desprendían un aura casi telúrica. Fue internado en una clínica psiquiátrica donde pintó sus composiciones más extrañas que se acercan más a la alucinación a base de visiones caleidoscopicas con tendencia hunduista que a la representación realista de un animal.
Volviendo a Sierra de Gata, actualmente pueden disfrutarse tres gatos de Wain, que han sido realizados por Ángel Hernández, en la Plaza de la Constitución.
Por último, el artista onubense Man-o-matic, escritor de graffitis y diseñador, será el artífice del mural que actuará de introducción a la inciativa de los felinos de Wain en Gata.
Esta actividad ha sido posible gracias a la colaboración de la Dirección General de Turismo.
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