miércoles. 08.05.2024

A mediados de agosto, comenzaron en la imponente iglesia de Nuestra de la Señora de la Asunción, obra de Pedro de Ybarra, los trabajos de restauración del retablo Sagrado Corazón, situado en la zona del Evangelio.

Un trabajo laborioso, de pinceles y algodón con el que, hasta el momento, “se ha desmontado el retablo, eliminado la purpurina que lo cubría con numerosas capas y fijado el dorado original”, nos cuenta Beatriz Rodríguez Blanco, especialista en conservación y restauración, gerente de la empresa 'Járcena', responsable de los trabajos.

El retablo del Sagrado Corazón de Jesús de la iglesia de Torre de Don Miguel es una pieza barroca sin datar pero perteneciente a la primera mitad del siglo XVIII.

Muchas cosas ha descubierto la restauradora en estos trabajos preliminares. Entre ellas, que el retablo del Evangelio, “está hecho con trozos de retablos anteriores. Quizá tenga piezas del retablo mayor, desaparecido del altar a principios de los setenta, pero este punto puede que no lleguemos a saberlo nunca”, declara Rodríguez.

Además, la pieza tenía numerosos añadidos, “dos hornacinas añadidas a izquierda y derecha del ático". En el retablo original, se añadió una hornacina central en el ático para contener la imagen del Corazón de Jesús y se mantuvieron las pinturas en tablas a los laterales, aunque muy repintadas. En la actualidad el retablo contenía hasta seis imágenes diferentes y dos hornacinas más añadidas en sus laterales.

Cuando se ha retirado la hornacina central del ático, en la tabla trasera ha aparecido una pintura popular de la Inmaculada “original y desconocida para los vecinos de Torre”, nos cuenta la restauradora.

La cantidad de piezas añadidas de orígenes y épocas diferentes, el puzzle en el que estos dos siglos de intervenciones han terminado por convertir el retablo, “es lo que está complicando los trabajos”, declara. “Ahora, junto con los técnicos de la Oficina del Área de Rehabilitación Integral (ARI) y de Patrimonio de la Consejería, debemos determinar cómo vamos a afrontar la restauración que, en ningún caso, puede suponer una falsificación del retablo original”, afirma rotunda Beatriz Rodríguez. En definitiva “los trabajos deben responder a un criterio riguroso de restauración y gustar a los vecinos, sin que en ningún caso puedan falsificarse los faltantes”, concluye.

Los trabajos se iniciaron en agosto y la restauradora confía en que el retablo vuelva a su lugar a principios del año que viene.

Quizá porque Nuestra Señora de la Asunción en Torre de Don Miguel no tiene retablo mayor, cuando finalicen los trabajos actuales y se logre la financiación necesaria, podrían comenzar los trabajos de restauración del retablo de la Purísima Concepción, situado en el lado de la Epístola.

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