Malandanza, la banda del cillerano Fernando Gamero, actuará en la Fnac de la madrileña Castellana

Fernando Gamero (Cilleros capital 1973) es letrista y vocalista de la banda Malandanza, un grupo de autor (con-fusión) que se autocalifica “inclasificable”. Malandanza significa, desgracia, mala fortuna pero no parece que sea esa la definición que mejor se ajusta al grupo extremeño. Creado en 2008, por Miguel A. Seco, guitarra, Lalo González, baterista, y el propio Fernando, la composición de Malandanza es en sí una extraña fórmula, una rara mezcla, una serie de componentes que sólo el azar puede juntar y que sólo un milagro puede conservar.

En sus temas puedes reconocer al ácido Sabina, desde un sonido muy personal que juega con el reggae, el tango, el rock, el blues o los ritmos africanos. Desde su nacimiento han dado más de 50 conciertos y el martes 12 de junio, el grupo actuará en la FNAC de Castellana, en Madrid, seleccionados entre más de 2.500 grupos nacionales.

-- ¿Cuándo pisó por vez primera Malandanza los escenarios?

-- Nuestro primer concierto fue en Cáceres, inaugurando el Womad 2008. En diciembre de 2007 grabamos una maqueta con cinco temas. Calentita, recién hecha, la enviamos la organización del Womad y parece que les gustó. Fue realmente especial iniciar la andadura del grupo en un evento de tanta magnitud como el Womad.

-- Esta es la primera vez que actuáis ante el público madrileño ¿Crees que hay diferencias entre el público de provincias y el de la capital?

-- No creo que haya ninguna diferencia o que haya un público de provincias y otro de capital. Lógicamente, en nuestro caso, hay letras que se entenderán mejor aquí, porque hablan de sensaciones o momentos que sólo puedes vivir en un pueblo, pero la música que hacemos creo que puede llegar con la misma intensidad a todo tipo de públicos. Nosotros nos subimos a un escenario a mostrar y compartir lo que hacemos, sabiendo que no puedes presentarte ante el público con las cosas mal trabajadas, porque eso se nota. Hay que respetar al público, independientemente del lugar donde actúes. El objetivo es ofrecer un concierto bien armado. Otra cosa distinta será gustar más o menos; eso no se puede trabajar. A partir de ahí, el público tiene la palabra.

-- Has ganado el primer premio de poesía certamen literario Villa de Cilleros en las dos últimas ocasiones ¿musicalizas luego estos poemas?

-- Como cuenta la letra de uno de nuestros temas, prefiero los versos cuando acaban en canciones, pero no siempre es posible. Escribo muchas cosas, pero no me resulta fácil encontrarle una melodía adecuada a cada letra, de ahí que muchas de ellas estén huérfanas de música.

-- ¿Te sientes profeta en tu tierra?

-- Jajajaja… no soy profeta ni en mi casa. Hemos tenido mucha suerte porque, allá donde hemos ido (incluida nuestra tierra), el grupo ha sido tratado con mucho respeto, independientemente de haber gustado más o menos. Por mi parte, me quedo con eso: que más allá de los gustos musicales de cada quien, la gente respeta lo que haces. Creo que así debe ser.

-- ¿Qué poetas duermen contigo?

-- En lo que a poesía se refiere, soy un lector bastante compulsivo y desordenado. No tengo preferencias, leo de todo: clásico, moderno, letras de canciones… También leo mucha poesía en internet y no siempre de autores conocidos. Hay que ver cuánto talento anónimo hay suelto por ahí. (Aprovecho para recomendar un blog de poesía que hace un paisano www.elbailedelosahorcados.blogspot.com)

-- ¿Cómo es tu proceso creativo?

-- En esto soy un poco anárquico, no tengo un método fijo. En general, me sobran letras y me faltan melodías. A veces cojo la guitarra y repaso algunas de las letras que tengo escritas en busca de inspiración. Otras, me ronda una melodía en la cabeza durante días e intento buscarle rápido una letra para anclarla, porque si no, se me olvida. En ocasiones, es Miguel, el guitarrista de Malandanza, el que propone alguna melodía y yo intento ponerle letra. A veces, simplemente ocurre el milagro de tener más o menos clara la idea de lo que quieres hacer, pero no suele ser lo habitual.

Cuando ya hay una base sobre la que trabajar, un chasis, comparto la idea con Miguel y Lalo, y trabajamos sobre ella hasta la saciedad: estructuras, ritmos, melodías, tempos... Si todo va bien, terminamos por dar por buena una canción en un tiempo razonable (semanas, meses...). Y vuelta a empezar. Siempre nos rondan un buen puñado de letras sin música, músicas sin letras, canciones inacabadas sobre las que seguir trabajando…

-- ¿Qué grupos tiene de referencia Malandanza?

-- Sinceramente, no tengo ni idea. Cada integrante del grupo tiene gustos musicales distintos, lo que sin duda enriquece a la banda, pero no tenemos ningún grupo de referencia o un estilo definido. Esto hace que Malandanza pueda sonarte a algo en particular o que no lo relaciones con nada. De igual forma, cada uno de nosotros ha tenido trayectorias musicales muy distintas (en el caso de mis compañeros, muy dilatadas y destacadas). Mete en una furgoneta a gente que viene del blues, del rock, del pop..., con uno de Cilleros..., y eso es Malandanza.

-- ¿Qué opinas del panorama musical extremeño?

-- Creo que en Extremadura hay grupos y solistas con muchísimo talento, de muy diversos estilos, que invierten mucho tiempo y trabajan muy duro para ofrecer buenos espectáculos. También hay grupos menos buenos, claro está. Pero, desgraciadamente, el talento o el trabajo no garantizan al músico más actuaciones: éste es el panorama musical extremeño y también el de fuera.

El problema es que a menudo se confunde este oficio con una afición por la que no sería necesario pagar, despreciando así todo el trabajo que conlleva. Por su parte, las administraciones no siempre aciertan con las políticas de promoción cultural, incluida la música. Un bar o una sala, programan aquellas actuaciones que pueden llenarle el local, es lógico. La administración debe promover todo tipo de manifestaciones culturales, estilos, formatos..., y no sólo lo que le guste al responsable de turno o lo que le dicte la intuición. También los grupos tenemos nuestra parte de culpa, porque no siempre nos damos a respetar.

-- ¿Se pierde el pánico al escenario cuando ya se ha subido uno a él tantas veces?

-- Yo no lo he perdido, y no conozco a nadie que lo haya hecho. Se aprende a convivir con él, pero no desaparece nunca.

-- ¿Qué prefieres una mentira dulce o una verdad amarga?

Te contesto con un par de estrofas:

-- ¿Qué opinas de la SGAE?

-- Parto de la idea de que es necesario proteger los derechos del autor, pero no comparto muchas de las cosas que se hacen para ello. Por ejemplo, el autor debería poder renunciar a cobrar los derechos de sus obras en el evento o en el momento que el autor lo decida, que para eso son sus derechos (ahora no es posible). Tampoco entiendo la recaudación indiscriminada: que seas o no socio, la Sgae recaude tus derechos. Esto no lo entiendo. No hablemos siquiera de cánones y cosas por el estilo. Debería ser, en definitiva, un organismo más transparente y mucho más flexible.

-- ¿Y de la descarga libre?

-- A ver si se entiende el ejemplo: cuando era pequeño, siempre tenía fruta a mano en el huerto de mis padres. Pero cuando salíamos en pandilla a dar una vuelta por el campo, nos encontrábamos con muchos huertos, con mucha fruta. Sólo había que hacer un pequeño gesto y podías comerla ¿Estaba bien? No. ¿La necesitábamos? No. ¿Era la fruta que más nos gustaba? No. ¿Hubiéramos pagado por ella? No siempre. ¡Pero qué rica estaba! Pues eso, que es un problema de difícil solución.

-- ¿Se puede vivir hoy de la música?

-- Está claro que hay gente que puede vivir de ella, no es mi caso. Esto depende de muchos factores que, como decía, no siempre tienen que ver con el talento o el trabajo. Otro problema añadido no es sólo vivir de la música, sino durante cuánto tiempo. Me pregunto muchas veces si podría dejar de trabajar para hacer una gira de dos años… Es difícil. De momento, para mi la música es una forma de vivir que no da para vivir, pero como dice el malandante Miguel, “¡…lo que nos ahorramos en psicólogos!”.

-- De cuantos conciertos habéis dado ¿Cuál os ha dejado mejor sabor de boca?

-- Sin lugar a dudas, el concierto de Cilleros. Es un lujo tener la oportunidad de tocar en tu pueblo. Nos sentimos muy a gusto y gratamente sorprendidos por la cantidad de gente que fue a vernos. Hicimos un esfuerzo extra para llevar un inmejorable equipo de sonido e iluminación, porque la ocasión lo merecía.

-- Después de Madrid ¿dónde podremos ver a Malandanza?

-- Lo más inmediato es, como dices, el 12 de Junio en la Fnac de Castellana, en Madrid. El 30 de junio estaremos en Gata y el 6 de julio en Torreorgaz. El resto de fechas posibles, aún no son definitivas.

-- Ahora vives en Mérida ¿Cuál es tu relación con Cilleros y Sierra de Gata?

-- Bueno, en Cilleros siguen mis padres, mi familia, los amigos... No voy todo lo que quisiera/debiera, pero disfruto mucho cada vez que vuelvo. A pesar de vivir en Mérida, estoy muy al tanto del día a día de Cilleros, sobre todo por el impagable trabajo que a este respecto hace Fernando Cordero, por el que siento gran admiración y respeto, autor del blog www.cillerosnimasnimenos.com.

-- ¿Qué recuerdos guardas de tu infancia cillerana?

-- En uno de los poemas que dejaré al final, dejo muchos de mis recuerdos.

-- ¿Te gusta el vino de pitarra?

-- Por supuesto y el de Cilleros es uno de los mejores (¿se ha notado mucho?). Sinceramente, yo soy más de cerveza, pero cuando voy al pueblo siempre cae alguno.

-- Regálanos un poema para los lectores de nuestro digital

-- Os dejo dos por el mismo precio: Recuerdo de Cilleros en cinco sentidos y Pasen y vean, que viene al pelo en la situación actual. Éste último, si alguien quiere escucharlo con música, puede hacerlo en el siguiente enlace, correspondiente a la actuación de Malandanza en el Womad: http://cantarranacorps.blogspot.com.es/2010/07/malandanza-directo-womad-08.html

PASEN Y VEAN, poema de Fernando Gamero

CILLEROS EN CINCOS SENTIDOS, poema de Fernando Gamero