sábado. 27.04.2024

De éxito total de asistencia de público puede considerarse la presentación del libro: “Aproximación comentada a la zarzuela La manola del Portillo o las aventuras y desventuras del marqués de Perales”, del autor extremeño Julián Puerto Rodríguez, que tuvo lugar el pasado sábado 11 de febrero en la Casa de Extremadura de Getafe.

“De todos los libros que hemos presentado en la Casa de Extremadura –nos comenta su Presidente Pedro Aparicio -, este ha sido el de mayor asistencia de público. Cerca de ciento cincuenta personas han secundado la invitación y se ha quedado gente sin poder acceder al Salón de Actos”.

Al acto asistieron autoridades y personalidades ligadas a la cultura getafense: coronel de la Base Aérea, concejales del Partido Socialista y Unión Progreso y Democracia, Presidente de la Fundación Cesar Navarro, representantes de La Nueva Gran Piña, La Carpa, Centros Cívicos, OperaNova y Casa de Extremadura en Getafe.

Fue el Presidente de la Casa de Extremadura quien dio las gracias al público y autoridades y presentó a los componentes de la mesa: don Pablo Martínez Martín, Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Getafe; don José Manuel Vázquez Sacristán, Concejal del Ayuntamiento de Getafe, exconcejal de Cultura; don Martín Sánchez González, Presidente del Centro UNESCO Getafe y el autor del libro, don Julián Puerto Rodríguez.

Abrió el turno de intervenciones el historiador local y Presidente del Centro UNESCO Getafe quien colocó el libro en las estanterías del legado literario de Getafe: “La villana de Getafe” de Lope de Vega; el entremés “Getafe” de Antonio Hurtado de Mendoza; “De Getafe al paraíso” de Ricardo de la Vega y otros títulos de Silverio Lanza, Góngora o Tirso de Molina.

Ofrece este libro, a juicio del ponente, una parte importante de la historia desconocida de Getafe y está escrito con gran maestría y rigor. La historia de Perales del Río – añadió Martín Sánchez – al pertenecer a la jurisdicción de Madrid durante tanto tiempo y haberse constituido posteriormente en Villa, ofrece esa singularidad de lo distinto que la hace atractiva e interesante, hasta que se agrega a Getafe en 1853.

El libro nos sitúa en la zarzuela como género literario musical y describe las zarzuelas de Getafe: “El doctor Paletilla” (1854); “De Getafe al paraíso o la familia del tío Maroma” (1883); Las campanas de la Gloria” (1929); y, ahora, “La manola del Portillo” (1922), sin olvidar el desaparecido sainete “Los franceses en Getafe” (1920).

Ubica la situación de la trama de “La manola del Portillo” en la Guerra de la Independencia en España, Madrid y Getafe. Describe, paso a paso, la trágica muerte del marqués de Perales. Identifica el personaje con don Juan de Mañara de Benito Pérez Galdós y con el marqués de Nevares de Emilio Carrere, para entroncarlo en las correrías de don Juan Tenorio y desmenuza, pausadamente, la historia del despoblado y Villa de Perales del Río y de sus señores temporales, para finalmente adentrarnos en la zarzuela que originó el estudio.

José Manuel Vázquez Sacristán ahondó en la figura del autor como extremeño de origen y getafense de adopción y lo calificó de persona concienzuda y tenaz, capaz de los mayores logros. Versó su intervención sobre lo necesario de que la historia se escriba de abajo a arriba y de que no sean siempre los vencedores los que proclamen sus ideas sobre lo acaecido. Tenemos en las manos – comentó – una historia escrita desde los perdedores, los que dieron su vida por unos ideales y frente a una invasión extranjera.

Por su parte el autor dijo que lamentaba tener que escribir una historia desde la guerra que desde siempre recorre las fronteras de España. Historia de desazón, de desamor. La ira y el desacuerdo tirando de la piel de toro hasta rasgarla y hacerla sangrar. La guerra es la protagonista y culpable de esta historia que me ha tocado recordar, añadió.

Perales del Río y Getafe, en las cinco leguas de Madrid, no podían ser testigos mudos e inertes de un conflicto como fue la Guerra de la Independencia Española y aportaron sus calles, sus plazas, sus viviendas, sus campos, la vida de sus ciudadanos y ciudadanas e, incluso, un mito de personaje donjuanesco que pagó con su vida el entrar de lleno en la historia nacional: el marqués de Perales.

“… Los libros del género lírico – diría Emilio Carrere -, tienen que estar exaltados por una emoción lírica; los personajes deben tener un prestigio de heroísmo romántico, de leyenda trovadoresca. Don Juan Tenorio, el marqués de Bradomin, Peribáñez, el marqués de Perales son protagonistas de comedia lírica…”. “… Los poetas de Madrid tienen un personaje histórico, un palacio y unos nombres de mujer con rimas de romance…. El marqués de Perales, con el medio queso y la capa roja de la manolería, se perdía todas las noches en la hondonada barriobajera. El amor de las manolas era al día siguiente como un clavel en la solapa de su fraque, que luce su vanidad de aventurero galante, en las tertulias libertinas de la Fonda de San Sebastián y entre los bastidores del Corral de la Cruz…”.

El Conde de Toreno y Mesonero Romanos decían la verdad sobre la trágica muerte del marqués de Perales. Benito Pérez Galdós y Emilio Carrere prefirieron enmascararla bajo seudónimos y vidas noveladas como don Juan de Mañara o el marqués de Nevares.

Pero el marqués de Perales no sólo iba de aventuras por los madrileños barrios de Lavapiés al Barquillo, con los manolos de plante. También atendía las propiedades y el ganado que le aportó la herencia del mayorazgo y que le habían convertido en uno de los mayores ganaderos del Reino. Era Regidor de Madrid, Comisario de los Teatros, Responsable del proyecto de creación de la Escuela de Baile, Mímica y Gesticulación, de los actos protocolarios, de las misas por los caídos del 2 y 3 de mayo, de la recogida de armas abandonadas tras los combates, todo en la Villa y Corte.

Responsable, finalmente, de las fábricas de municiones y cartuchería. La disculpa esperada para acusarle de afrancesado y de llenar los cartuchos con arena en lugar de con pólvora. La excusa deseada para apuñalarle hasta la muerte y arrastrarle por las calles de Madrid, como corresponde a un traidor. La exaltación del momento impidió un pensamiento sosegado y desencadenó el despecho contra la figura de un personaje situado a la sombra de la corona de Fernando VII y la conspiración contra una familia de la nobleza española que gozaba de poder local y pertenecía a la oligarquía urbana.

Cerró el acto el Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Getafe, Pablo Martínez Martín, quien dedicó palabras de agradecimiento al escritor y le animó a seguir por este camino. El concejal alabó la trayectoria profesional del autor del libro en sus casi treinta años de dedicación a Getafe, como trabajador municipal y responsable del Área de Artes Escénicas y del Teatro Auditorio Municipal Federico García Lorca y comentó datos y hechos de la historia local.

Actores, coro y cantantes solistas del proyecto “Getafe en Clave” y “OperaNova”, ataviados con los trajes de manolos y manolas y de otros personajes de la zarzuela “La manola del Portillo”, amenizaron el acto llenándolo del colorido propio de la época en que se ubica la obra.

Al final el tenor José Miguel Baena, que representara el papel del torero Juan Montes en el reestreno en Getafe, declamó el “Romance del marquesito”, cantando la parte del estribillo. La tiple Teresa Castal, que lo fue en el papel de Paloma, y el tenor getafense Carlos Pardo García, marqués de Perales, deleitaron al público presente con el número del “Dúo del marqués y Paloma” en una templada interpretación que contó con el acompañamiento al piano de la directora musical Monserrat Font.

Más de un centenar de personas en la presentación del libro de Julián Puerto en Getafe