viernes. 26.04.2024

Villasbuenas acoge una Jornada de convivencia Aché el próximo día 16

Los Aché, actualmente distribuidos en seis poblaciones al norte de Paraguay, es una comunidad indígena formada por algo más de 1.000 personas. Hasta los años 70 vivieron como cazadores-recolectores seminómadas en lo que actualmente es la Reserva de la Biosfera de Mbaracayú

El próximo domingo, día 16 de junio, la localidad serrana de Villasbuenas de Gata acogerá un Día de convivencia Aché, pueblo paraguayo con el que cooperantes cacereños mantienen una muy estrecha relación a través de las asociaciones Aché y Dingua. Desde las once de la mañana podrá disfrutarse y conocer la artesanía de una cultura tan lejana para la sierra como la paraguaya en una exposición que permanecerá abierta en el Albergue municipal. A la misma hora, a las once, habrá una charla de presentación sobre la asociación Dingua y sobre la cultura indígena Aché y a partir de las doce habrá un mercadillo benéfico de artesanía.

A partir de las dos de la tarde, en la piscina fluvial de la localidad los asistentes celebrarán una comida comunitaria con los amigos del pueblo Aché a la que los asistentes llevarán sus propias viandas para compartir.

La jornada de convivencia se celebrará en el albergue municipal e incluye un mercado de artesanía, charlas y proyección de documentales sobre la cultura Aché.

La Asociación Aché fue creada en junio de 2011, hace ahora justo un año. La idea de su fundación rondaba en la cabeza de una persona que conoce bien a los Aché, se trata del biólogo madrileño Alberto Madroño, especialista en ornitología. Entre 1994 y 1997 trabajó por primera vez para la Fundación Moisés Bertoni de Paraguay y aunque actualmente tiene su residencia en Paracuellos del Jarama (Madrid), sigue trabajando en proyectos de investigación sobre el conocimiento tradicional indígena de la biodiversidad para lo que en ocasiones sigue viajando a Paraguay para hacer el trabajo de campo. Su buen hacer, le permitió ganarse rápidamente la confianza de un buen número de colegas y amigos españoles, fundamentalmente de su entorno en Madrid, y entre todos fundaron dingua. El motivo de que Extremadura participe de este proyecto es que en el año 2010, Yolanda Ruiz, natural de Cáceres y con residencia en Villasbuenas de Gata, participó como cooperante-experto en un proyecto de investigación sobre la artesanía de los Aché.

Los Aché son un pequeño grupo de pobladores originarios asentados al este de Paraguay cerca de la frontera con Brasil. Actualmente están censadas alrededor de 1.300 personas pertenecientes a esta etnia, y están asentados en seis poblaciones diferentes. Hasta los años 70 del siglo XX, los Aché eran seminómadas cazadores-recolectores, distribuidos en pequeñas bandas de unas 150 personas. La deforestación y el avance de la colonización campesina les fueron arrinconando y haciendo inviable el mantenimiento de su modo de vida ancestral. El último grupo Aché que permanecía aislado, se refugió en lo que hoy es la Reserva Natural de Mbaracayú; en 1978, fue contactado y llevado a una reserva próxima.

Durante este primer año de vida, la asociación Dingua ha llevado a cabo todos los trámites administrativos para su puesta en marcha. Además está haciendo
diversas actuaciones para la difusión de la cultura Aché y otras encaminadas a recaudar fondos con los que poder proyectar nuevas actuaciones. Lo fundamental es crear redes de colaboración y establecer mecanismos para trabajar con otras instituciones que actúan sobre el territorio.

Actualmente no existe ninguna ayuda institucional. El objetivo no es poner en marcha grandes proyectos, sino apoyar algunos de los que ya se estén desarrollando en Paraguay y mantener siempre el diálogo abierto con la comunidad Aché. Cabe destacar el proyecto Aché Djavu (palabra aché), que surge directamente de una de las comunidades; a través de las narraciones de los mayores, el pueblo Aché está recuperando su memoria. La traumática ruptura de su vida ancestral (que cuenta con vestigios de unos 10.000 años), ha producido un gran desajuste en su sistema socio-económico. La pretensión de Dingua no es intervenir sobre los Aché, es crecer con ellos.

Dingua pretende tres objetivos fundamentales revalorizar el conocimiento tradicional indígena de la biodiversidad y su aplicación en un contexto de sostenibilidad ambiental, auto-desarrollo, y participación en el manejo de espacios de alto valor ecológico, por un lado, y, por otro apoyar iniciativas indígenas en el ámbito de la cultura y la tradición oral, así como explorar nuevas actividades productivas sostenibles para las nuevas generaciones. En tercer lugar Dingua quiere sensibilizar a la población paraguaya, española y mundial sobre la importancia del Bosque Atlántico en el mantenimiento de diversidad biocultural y los beneficios que ello conlleva para las poblaciones indígenas y la humanidad en general.

En septiembre de 2010 la Fundación Moisés Bertoni de Paraguay acogió a Yolanda Ruiz Casares --organizadora del encuentro en Villasbuenas de Gata-- como “voluntaria experta en materia de turismo relacionado con tribus indígenas”, para desarrollar un trabajo sobre “venta de artesanía de la comunidad Aché de Arroyo Bandera” en la reserva de la biosfera de Mbaracayú, territorio en el que desarrolla el trabajo de la plaza a la que opto.

Esta actuación estaba dentro del marco del proyecto “Desarrollo Turístico Sostenible de la Manocuminidad-Reserva de la Biosfera de Mbaracayú”, financiado por la AEXCID y desarrollado por las Fundaciones Global Nature y la Fundación Moisés Bertoni. Proyecto fuertemente ligado con las actuaciones que, a través de FELCODE, en materia de fortalecimiento institucional, se desarrollaban en dicho país.

“La realización de este trabajo, me hizo estudiar y analizar la situación socioeconómica de la Mancomunidad de Mbaracayú, contactar con los responsables políticos y técnicos que trabajan en la zona, con personal experto paraguayo y extranjero que han estudiado sobre los Aché y hacer un estudio en profundidad de dicha comunidad, estudio que fue entregado a la Fundación Moisés Bertoni y que fue el resultado de varios meses de trabajo intenso, incluida la estancia de un mes en el territorio en el que se tiene que desarrollar el trabajo de la plaza a la que opto, viviendo dentro de la Reserva y estando en continuo contacto con la comunidad Aché”, declara Yolanda Ruiz.

“Debido al impacto que produjo esa experiencia, --continúa la cooperante-- unos meses después formo parte de un grupo de personas de distintas comunidades autónomas, que decidimos la constitución de una asociación para apoyar y defender la cultura Aché, ostentando el cargo de vicepresidenta”.

Villasbuenas acoge una Jornada de convivencia Aché el próximo día 16