lunes. 06.05.2024

Ascensión sostiene que a Alberto siempre le gustó la natación, pero su hijo la contradice. “Me gustaba tanto el fútbol como la natación, pero mientras que con el fútbol no iba a llegar a nada, en la natación tenía posibilidades”, recuerda Alberto pensando en sus siete años, cuando tenía que elegir una extraescolar que llevarse al cuerpo.

Desde que comenzó a nadar, Alberto saltó a la piscina con el Club Ciudad de Alcorcón y con su entrenadora, la nadadora Alba Salas, logró sus mejores marcas. Antes de nadar bajo su batuta  fue captado por un oteador de grandes promesas y cambió su club por el IMDER (Instituto Madrileño del Deporte) de alto rendimiento. A los pocos meses, Alberto aseguró a su madre que dejaría la natación si continuaba en un centro como aquel, donde la presión y la competitividad arrasan con el compañerismo o la infancia.

Alberto, el hijo del villabuenero Alfonso Lozano, no necesita presión alguna para lograr las mejores marcas. Habla con su entrenadora y, con quince años, decide qué prueba afrontar o cuál dejar pasar por alto. “Alberto es muy maduro, muy equilibrado y sabe bien lo que quiere”, subraya su madre.

En el Festival de la Juventud Europea, celebrado en  la ciudad holandesa de Utrecht el pasado año, logró la medalla de bronce en la clasificación general, por tan solo una centésima. Así es la competición.

Pero esa centésima no impidió que, con quince años, el día anterior en semifinales batiera el récord en 100 metros mariposa: 55,39, segundos superando así su propia marca. El pasado marzo en el Campeonato de España Infantil celebrado en Palma de Mallorca, batió la mejor marca nacional de los últimos 30 años y se proclamó campeón de España en 100 metros mariposa con un tiempo de 56.01 segundos. Desde los doce años, ningún niño de su edad ha volado a su velocidad en el agua.  El nadador alcorconero también es campeón de España infantil en 100 y 50 metros libres.

Ascen sostiene que el éxito de Alberto radica “en sus capacidades y su tesón, pero también el hecho de que él disfruta”.  “La experiencia de Utrecht fue muy buena”, recuerda su hijo, “ya no compites por la Federación, estás compitiendo por España”. Además “la convivencia fue genial, conoces a mucha gente y haces buenos amigos, no hay una gran rivalidad entre nosotros”. “En realidad la natación es un deporte de compañeros a los que conoces desde hace años” y añade “también viajamos mucho, aunque apenas salimos de los hoteles”.

En estos encuentros internacionales, a los que saltó de la mano de Salas, es donde “aprecias las grandes diferencias entre países y el apoyo que reciben sus nadadores”. “Los rusos y los alemanes son nadadores de élite”. En aquellos países "nadan y nadan hasta conseguir la mejor técnica, resistencia y velocidad”.

Ahora vuelve a salir aquella elección de la infancia entre fútbol y natación. “Mientras en fútbol los mejores ganan tantísimo dinero, en natación a todos nos cuesta dinero nadar”.  “Los medios de comunicación no se hacen eco de los logros de los nadadores españoles y a estos niveles la exigencia es máxima, te dejas la piel en el esfuerzo” y para los medios, se queja, “no existimos”.

Pero la generosidad de este nadador impide que su queja se circunscriba a la penosa situación de la natación en nuestro país. “Se debería reconocer en los medios el esfuerzo de deportes como el waterpolo, el salto, el voleibol, el triatlón que son deportes humildes pero que tienen muy buenos deportistas, en muy buena forma fruto del increíble esfuerzo que están haciendo”.

En el Open de Pontevedra del pasado verano, este estudiante de 4º de la ESO estuvo con dos de sus ídolos Rafa Muñoz y el olímpico polaco Konrad Czerniak --en la imagen--.

Pero todo logro lleva aparejado una renuncia y Alberto ahora no puede volver cada año a la Sierra de Gata para estar en las fiestas de San Pantaleón, con su peña de amigos en Villasbuenas  de Gata, o en Robleda, con los amigos de Salamanca. “Los mejores recuerdos de mi niñez los tengo en la piscina natural de Villasbuenas y en el río de Robleda”. “Saltar desde el bordillo, pasar la tarde con los amigos, la libertad de la Sierra”, recuerda y saborea.

Ahora en la natación, allá donde se escuche hablar de ella,  “vamos a comenzar a oír nuevos nombres porque los pequeños venimos con fuerza y vamos buscando nuestro puesto”. La próxima semana, Alberto Lozano estará representando a Madrid, por segundo año, en los Campeonatos de Comunidades y a finales de febrero estará en los campeonatos de España.

Humilde como la natación, www.sierradegatadigital.es estará con él para informar a todos nuestros lectores de su lucha en el agua.

IMÁGENES cedidas por la familia Lozano Mateos.

Un joven campeón serrano